Basta ya de hipocresía: Iñaki Cano se harta y dice lo que todos pensamos sobre Messi

El periodista desvelaba al "verdadero Messi" argentino, aquel al que lo querían echar y que a punto estuvo de dejar la selección

Bruno Lázaro
13 de Diciembre de 2022
Iñaki Cano estuvo muy acertado con las críticas a Messi
Iñaki Cano estuvo muy acertado con las críticas a Messi

Con todo el bombo que se ha generado a raíz de los acontecimientos con Messi, el Mundial y su partido ante Países Bajos, son muchos los actores que van en contra suya o bien a favor. Su comportamiento antideportivo dejó mucho que desear y ha sido carne de polémica con todo lo que ha llegado a generar. 

El éxtasis de todo un país por colarse en un Mundial no es poco. Los seguidores de la albiceleste, que se veían fuera a las primeras de cambio, han conseguido mantener su sueño intacto por momentos.

Las continuas polémicas de Leo Messi
 

Aunque su continuidad depende de un hilo. Las individualidades son las propuestas que les han salvado en más de una ocasión y es que el debate persiste en la única fiabilidad de Leo Messi. En su ausiencia, posiblemente, ya habrían puesto su billete de vuelta a casa. 

Esta era un de las reflexiones que hacía Iñaki Cano en “El Chiringuito”. La lectura que sacaba el periodista era clara: hace unos años, no mucho tiempo atrás eran los propios aficionados los que le querían fuera de su equipo.

 

Este siempre había sido muy criticado por sus prestaciones con el grupo y hasta se planteó en varias ocasiones abandonar el combinado nacional. Los hinchas fueron demasiado duros con él, al igual que personalidades importantes del fútbol argentino, y parecía que no había solución. Se mascaba la tragedia. 

¿Qué pasará si pierden ahora?
 

Ahora tras correr ese tupido velo parece que todo ha cambiado. Solo tratan de blanquear el asunto y considerarle como su verdadera estrella, ¿Dónde están todos aquellos que lo criticaban?

Cuando el agua aprieta, todo el mundo le interesa ir en la misma dirección, ahora que ganan, no hay quién ponga un pero. La vara de medir de algunos es fuertemente cuestionable y no es para menos visto lo visto. 

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