La salida del Real Madrid de Raúl, y su llegada más bien dicho a Alemania causó numerosas grandes reacciones en las dos direcciones. Abandonsr el club de su vida, no había supuesto una decisión fácil. El tipo llevaba desde que era un crío en el conjunto merengue e imaginarse un fútbol sin él, era una tarea complicada.
La despedida madridista de Raúl
Aunque con Florentino al mando, llegó a liderar una etapa de cambio y ambición para culminar un proyecto de grandes dimensiones. Su llegada a Alemania supondría un salto a la baja en su carrera.
El delantero se mudaba de país y de equipo, a otro que precisamente no era ni el líder en su liga. El Schalke 04, había venido a buscarle y el “7” solo tuvo que aceptar la propuesta.
En la academia alemana querían plasmar dicha mentalidad de jugador. La estrella llegaba al país teutón para liderar un grupo muy joven pero capaz de hacer grandes cosas.
La adaptación fantástica de Raúl
Poco tiempo le faltó al madridista para ganarse al público. Tan solo debía hablar sobre el verde y vaya si lo hizo. Se hinchó a marcar goles de todo tipo. La gente estaba encantada con él, siendo una de las mejores suertes de su vida. Raúl estaba cómodo y desatado.
Había encontrado esa estabilidad que tanto necesitaba: una tranquilidad absoluta para volver a sentirse líder de nuevo. Fue poco tiempo, pero completamente necesario para seguir ampliando su palmarés. El Schalke ya es un poco más madridista desde entonces. Nadie olvida su legado.