Eder Militao vuelve a encender las alarmas en el Real Madrid. El central brasileño terminó tocado el amistoso que disputó Brasil ante Túnez y las imágenes han dejado más preocupación que calma. No estaba previsto ningún susto, pero el fútbol vuelve a recordarle al Madrid que el parón nunca es un simple parón.
Las primeras sensaciones no han sido buenas. Militao sufrió molestias en el aductor derecho y, tras varios minutos intentando continuar, decidió parar. Se dejó caer al césped, negó con la cabeza y pidió el cambio. Su gesto lo decía todo.
Un susto que puede ser más que un susto
El partido se disputaba en suelo francés, pero la preocupación viajó en cuestión de segundos hasta Valdebebas. El central apenas podía apoyar bien y, mientras abandonaba el campo, sus compañeros se acercaron a él para mostrarle apoyo. Vinicius, muy pendiente, fue uno de los primeros en hablar con él. También Casemiro, viejo amigo y compañero en la selección.

La escena fue clara: algo no iba bien. Brasil no quiso arriesgar y lo sustituyó en el minuto 60. Ahora es el Real Madrid quien espera el diagnóstico definitivo. El club ha programado pruebas para hoy miércoles. Solo entonces se sabrá si se trata de una dolencia leve o de algo más serio.
Un jugador que no puede permitirse más frenos
El momento no es bueno. Militao venía completando un inicio de temporada sobresaliente. Xabi Alonso, que cuenta con él como pieza clave del entramado defensivo, lo considera imprescindible. El equipo vuelve a LaLiga este domingo ante el Elche y la baja del brasileño sería un golpe inesperado.
No hay que olvidar el pasado reciente. Sus lesiones de rodilla, durísimas, le han lastrado durante dos cursos. Justo cuando parecía haber dejado atrás ese calvario, surge este nuevo contratiempo. Y en el Real Madrid, después de tantas malas noticias físicas en los últimos años, cualquier detalle se examina con lupa.

El plan inicial era que Militao volviera hoy a Madrid junto al resto de brasileños. Nada cambia, salvo su estado físico. Las pruebas en Valdebebas dictarán sentencia. El club mantiene la calma, pero entiende que la alerta está más que justificada.
Por ahora, prudencia. El Madrid cruza los dedos y espera que todo quede en un susto. Militao, que estaba siendo el defensa más sólido del curso, sabe que no puede perder más tiempo. Y el madridismo, también.