El Real Madrid cayó derrotado el pasado sábado en su visita a Cornellá en el encuentro frente al Espanyol (1-0) y las imágenes de la durísima entrada de Carlos Romero a Kylian Mbappé, que han dado la vuelta al mundo, siguen dando que hablar.
La prensa mundial mostró su sorpresa con pesar luego de que el colegiado del partido, el gallego Alejandro Muñiz Ruiz, no le enseñara la tarjeta roja al defensor perico, que barrió por detrás y en plancha al ‘9’ merengue.
Lo más sorprendente de todo es que el VAR, a cargo del también gallego Javier Iglesias Villanueva -también encargado del videoarbitraje el pasado 3 de enero en el partido de Mestalla contra el Valencia (1-2) en el que expulsaron de manera injusta a Vinicius-, no revisó la jugada.

El Madrid mostró su indignación en su página web a través de la crónica del partido, firmada por Alberto Navarro, y en la que remarcaban lo ocurrido: “[El partido estuvo] marcado por la actuación del árbitro Muñiz Ruiz y de Iglesias Villanueva en el VAR, [ya que] ni uno ni otro sancionaron con tarjeta roja una entrada por detrás de Carlos Romero a la rodilla izquierda de Mbappé”.
Una postura que compartió Alfredo Duro, quien, en la madrugada de este lunes en ‘El Chiringuito de Jugones’, alertó de que la labor de Muñiz Ruiz tuvo repercusión en todo el globo: “Esto avergüenza al arbitraje mundial. Hay límites que no se pueden pasar”.
El ex director deportivo del Getafe se mostró muy crítico con lo ocurrido en Cornellá y no tuvo pelos en la lengua para retratar el nivel tan deficitario de nuestros trencillas en una Liga absolutamente corrompida.
Prevaricación
El espectáculo tan lamentable se trasladó al acta arbitral de Muñiz Ruiz, que detalló que Romero vio la cartulina amarilla “por derribar de manera temeraria a un contrario en la disputa del balón”.
Muñiz Ruiz ha mentido en el acta. pic.twitter.com/BtxcuOzZeL
— SrNaninho (@SrNaninho) February 2, 2025
Sin embargo, de acuerdo con las imágenes facilitadas por DAZN, el encargado de retransmitir el encuentro, dejan muy claro que, en ningún momento, está el balón de por medio cuando se produjo la durísima entrada del defensa blanquiazul: Mbappé tenía el esférico por delante y la entrada se realizó por detrás. Una mentira que roza la prevaricación.