Toni Kroos jugó ayer su último partido con la camiseta del Real Madrid en el Santiago Bernabéu, en un emotivo encuentro contra el Real Betis que terminó con un empate a cero.
A pesar del resultado del partido, la atención se centró completamente en el homenaje al mediocampista alemán, quien ha sido una figura clave en el equipo durante la última década.
Desde el inicio del encuentro, el Bernabéu se vistió de gala para rendir tributo a Kroos. Los aficionados mostraron su gratitud con aplausos y pancartas, reconociendo su contribución al club. El alemán, visiblemente emocionado, agradeció el apoyo de la afición y de sus compañeros de equipo.
El punto culminante del homenaje llegó en el minuto 85, cuando Kroos fue sustituido por Dani Ceballos. Al salir del campo, el estadio entero se levantó en una ovación de pie, despidiendo al jugador con un emotivo aplauso. Kroos, siempre sereno y profesional, agradeció el cariño del público mientras caminaba hacia el banquillo y no se pudo contener las lágrimas cuando vio a sus hijos, quienes estaban también muy emocionados.
Ceballos se llevó el gran regalo de la noche
Dani Ceballos recibió la camiseta de Kroos como un recuerdo de este significativo momento. Kroos firmó la camiseta con un mensaje personal: "Para mi gran amigo Dani. Te quiero."
Este gesto refleja no solo la relación cercana entre los dos jugadores, sino también el impacto positivo que Kroos ha tenido en sus compañeros durante todo su tiempo en el club.
La despedida de Kroos marca el fin de una era en el Real Madrid. Su legado incluye 4 títulos de La Liga, 4 Champions League, y otros trofeos importantes. A lo largo de sus años en el club, Kroos se destacó por su precisión en el pase, su visión de juego y su capacidad para controlar el ritmo de los partidos.
Mientras el Real Madrid mira hacia el futuro, la salida del '8' deja un vacío difícil de llenar. Sin embargo, la ovación y el respeto mostrados en su último partido en el Bernabéu aseguran que será recordado como uno de los grandes de la historia del club.