Kylian Mbappé no terminó la noche con buena cara. El Real Madrid venció a la Juventus (1-0) en el Bernabéu, pero el francés se marchó al vestuario con gesto serio. Su racha de 11 partidos consecutivos viendo puerta llegó a su fin, y eso no le sentó nada bien.
No fue por falta de intentos. Tuvo ocasiones, buscó el gol con insistencia, pero esta vez la pelota no quiso entrar. Cinco remates, cuatro a portería y 0,75 goles esperados. Lo probó de todas las formas, pero se topó con un muro llamado Di Gregorio, el portero de la Juve.

Mbappé no logró encontrar su sitio durante buena parte del primer tiempo. La defensa italiana lo controló con ayudas constantes y le negó los espacios para correr. Solo en los últimos cinco minutos antes del descanso mostró su furia habitual.
Primero, un potente disparo que sacó Di Gregorio con una mano salvadora. Poco después, una jugada individual que terminó en un tiro alto de Militao tras un rebote. La sensación era clara: si el francés encontraba una grieta, podía decidir el partido. Pero no llegó.
Nota del primer tiempo: 6.
Segunda parte: intentos sin premio
Tras el descanso, Mbappé apareció a ráfagas. Se le vio más participativo, aunque sin la chispa de otras noches. En una de sus mejores acciones, enganchó un disparo dentro del área que volvió a frustrar el guardameta bianconero.

El público reconoció su esfuerzo, pero el galo no se conforma con eso. Es un jugador de autoexigencia máxima, que mide su éxito en goles y asistencias. Por eso, al escuchar el pitido final, bajó la cabeza y se fue directo al túnel de vestuarios.
Un récord que se detiene
Hasta anoche, Mbappé había marcado en todos los partidos desde mediados de agosto. Once seguidos, contando Liga, Champions y selección francesa. Su último encuentro sin anotar había sido ante el Mallorca.
Kylian Mbappé's run of scoring in 11 consecutive games for club and country came to an end last night.
— Madrid Universal (@MadridUniversal) October 23, 2025
— @marca pic.twitter.com/9Q59si2F8S
La Juve puso fin a la racha y también a la sonrisa del ‘10’ blanco. El Madrid ganó, sí, pero Mbappé se fue enfadado. Y cuando Kylian se enfada, suele responder con goles. El próximo rival… está avisado.