La situación económica del FC Barcelona vuelve a estar en el punto de mira. La UEFA, que ya sancionó al club el pasado verano, ha lanzado una nueva advertencia a Joan Laporta. Si el Barça no mejora su patrimonio neto negativo antes de 2026, la multa total podría alcanzar los 60 millones de euros.
De momento, el organismo presidido por Aleksander Ceferin ya ha impuesto una sanción inicial de 15 millones por incumplir el Fair Play financiero. Pero el castigo podría ir a más. En el acuerdo firmado con la UEFA —el conocido Settle Agreement— el Barça se comprometió a regularizar su situación entre 2023 y 2026. Si no cumple, las consecuencias serán graves.
Un patrimonio cada vez más hundido
Las últimas cuentas aprobadas por los socios compromisarios reflejan una realidad preocupante. El patrimonio neto pasó de -94 millones a -135, y tras la reformulación contable, la cifra actual se sitúa en -153 millones. Una caída que ha encendido todas las alarmas en Nyon.
La UEFA considera que estas pérdidas, derivadas principalmente de la depreciación de Barça Studios, son “no aceptables”. El Comité de Control Financiero ha pedido al club ajustes urgentes para cumplir las normas de estabilidad económica.

Laporta consiguió rebajar una posible multa de 80 millones a 15 y evitó una sanción deportiva que habría dejado al Barça fuera de la Champions League. Lo explicó él mismo durante la última asamblea: “Nos querían dejar sin Champions. Redujimos la multa de 80 a 60 y luego a 15 millones”.
Pero el alivio es temporal. El club tiene dos temporadas para equilibrar ingresos y gastos. Si no lo logra, Ceferin aplicará la primera parte del castigo: 22,5 millones al cierre de esta campaña, y otros 22,5 millones al final de la siguiente.

La gran exigencia de la UEFA
La nueva normativa obliga al Barça a cerrar 2024 con un patrimonio neto positivo o, al menos, mejorado en un 10% respecto al año anterior. Si no lo consigue, la sanción será automática.
El reto de Laporta es mayúsculo. La depreciación de activos, la falta de ingresos por Barça Studios y los límites del Fair Play han dejado al club en una situación límite. En el Camp Nou lo tienen claro: o se ajustan las cuentas o la UEFA pasará la factura… y será millonaria.