Javier Tebas ha vuelto a encender la mecha. LaLiga decidió ocultar la protesta de los jugadores durante el Oviedo-Espanyol, el primer partido de la jornada, por el polémico plan de llevar el Villarreal-Barça a Miami. Los primeros 20 segundos del encuentro no se vieron. En su lugar, la retransmisión mostró una imagen aérea del estadio, sin marcador ni plano del césped. Una maniobra que ha indignado a jugadores y aficionados.
🚨 LaLiga decided not to broadcast the first 20 seconds of the Oviedo-Espanyol game so people will not see the protest of the players against the Villarreal-Barça match in Miami.
— Madrid Universal (@MadridUniversal) October 17, 2025
This was the official broadcast image during the protest. pic.twitter.com/iStEFzUQD2
El gesto de los futbolistas fue claro: no jugar los primeros segundos del partido como símbolo de protesta. Pero el espectador nunca lo vio. LaLiga prefirió esconderlo. Lo que debía ser una imagen potente de unidad y reivindicación, se transformó en una censura televisiva cuidadosamente orquestada.
Durante toda la jornada, los equipos repetirán el mismo gesto. Serán solo unos segundos, pero cargados de mensaje. La idea surgió de los capitanes de Primera como forma de mostrar el malestar por la falta de diálogo con la patronal. “No se nos escucha”, repiten desde la AFE.
El Plan Miami, la chispa que encendió el fuego
El detonante es claro: el Villarreal-Barcelona del 20 de diciembre, previsto en Miami. Los jugadores se sienten marginados en una decisión que, además, podría incumplir varios puntos del convenio colectivo. La AFE ha dejado fuera de la protesta a los propios futbolistas del Villarreal y del Barça, para evitar que se interprete como un ataque a sus clubes.
Aun así, el sindicato fue contundente. “Rechazamos un proyecto que no cuenta con el visto bueno de los protagonistas del fútbol. Exigimos transparencia y respeto a los derechos laborales”, rezaba el comunicado firmado por David Aganzo.

LaLiga esquiva el diálogo
Las relaciones entre LaLiga y la AFE atraviesan uno de sus peores momentos. Los capitanes llevan dos meses reclamando una reunión con Tebas. Ninguno de los intentos ha prosperado. Ni Villarreal ni Barcelona acudieron a la última cita convocada por el sindicato.
Desde la patronal alegan “problemas de agenda”. Pero los jugadores no se lo creen. Sospechan que todo está medido para seguir adelante con la venta de entradas del partido en Miami. “Conozco a Javier… y no me sorprende nada”, soltó Aganzo con ironía.
El enfado es real. La censura también. Y lo peor para Tebas es que el ruido no ha hecho más que empezar.