El mundo del fútbol está acostumbrado a escuchar de Gerard Piqué, quien siempre se ha sentido muy cómodo siendo el centro de atención, algo que parece no gustarle en las últimas horas.
El polémico exjugador del Barcelona ha sido citado a declarar este viernes como investigado y su llegada a los Juzgados, como era de esperarse, ha corrido como la pólvora en las redes sociales.
Piqué, quien ha respondido a las preguntas de todos los intervinientes, ha defendido su inocencia, pero también ha lamentado el daño reputacional irreparable hacia su persona.
Rompe a llorar
"No he pagado nada a Rubiales ni a nadie de la RFEF. Llevamos tres años, a nivel de prensa, no sabéis el daño. Me sorprende que a día de hoy se siga filtrando. Ayer mismo. No saben el daño que me hace esto, en otro país tendría una estatua", expresó el empresario de 38 años, quien está en el ojo del huracán.
Esta comparecencia de Gerard Piqué en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Majadahonda (Madrid) ha generado mucho revuelo, lo que explica que estuvieran cerca de 50 periodistas esperando al catalán a su llegada.
La realidad es que el exjugador culé se mostró muy emocionado y con lágrimas en los ojos durante su declaración, especiamente porque considera que ha sido el mejor contrato que ha podido conseguir para la Real Federación Española de Fútbol, además que nunca ha pagado a Luis Rubiales o representantes del ente federativo por ser intermediario de los saudíes en el contrato para el traslado de la 'Supercopa' de fútbol masculino de España a Arabia Saudí.
De momento, Gerard Piqué continuará siendo investigado, aunque el caso se centra principalmente en Rubiales y en algunos posibles manejos indebidos realizados al frente de la RFEF, algo que deberá ser demostrado con pruebas, lo que deja claro que esto apenas comienza.