El regreso de Jude Bellingham al once del Real Madrid trae buenas noticias y un problema serio. Con el inglés recuperado y listo para ser titular, Xabi Alonso tendrá que tomar una decisión difícil: quién se queda fuera, y todos los caminos apuntan a un nombre. Franco Mastantuono.
El argentino, una de las grandes sensaciones del arranque de temporada, podría perder protagonismo. Hasta ahora, había gozado de muchos minutos por la operación de hombro de Bellingham y la rotación de jugadores en la medular. Pero la vuelta del inglés cambia el mapa.
Bellingham ya está de vuelta
Durante la rueda de prensa posterior al triunfo ante el Villarreal, Xabi Alonso fue muy claro: “A la vuelta del parón, Jude estará al cien por cien. Va a ser clave en el siguiente bloque de partidos”. Y eso, en clave madridista, significa una cosa: el británico vuelve directo al once.
En el derbi frente al Atlético, Bellingham fue titular, pero no estuvo fino. Después, ante Kairat y Villarreal, salió desde el banquillo. Xabi buscaba dosificarle, pero el plan ya ha terminado. Tras dos semanas de trabajo en Valdebebas, el inglés ha recuperado ritmo y chispa.

Ahora el foco está en el dibujo. Xabi ha probado varias fórmulas, pero el 4-3-3 con presión alta es el que más confianza le da. En ese sistema, con Tchouaméni como ancla, Valverde en el ida y vuelta y Bellingham en modo llegador, queda poco espacio para Mastantuono.
Además, Arda Güler ha aprovechado sus oportunidades. Frente al Atlético fue de los pocos que dio la cara y ha convencido al cuerpo técnico. El turco se ha ganado un lugar en la rotación, y eso deja al joven argentino en un papel secundario.
Mastantuono, el gran damnificado
El contexto no le ayuda. Vinícius está volviendo a su mejor nivel, Endrick necesita minutos y Rodrygo se ha convertido en la alternativa en la izquierda. Con el ataque repleto de opciones, el argentino tendrá que esperar su momento desde el banquillo.

En el club no hay dudas sobre su talento, pero todos coinciden: debe ir paso a paso. Su madurez sorprenderá, pero la competencia es feroz. Bellingham lo cambia todo, y el equilibrio del equipo manda.
Mastantuono tendrá que ser paciente. El talento no se pierde, solo espera su turno.