El futuro de Vinicius ya tiene dirección. Y es blanca. El Real Madrid y el brasileño avanzan hacia una renovación que, salvo giro inesperado, se firmará más pronto que tarde. No hay misterio. Tampoco tensión. Solo una voluntad clara por ambas partes: seguir juntos.
Vinicius quiere continuar en el Bernabéu. Lo dice con su juego. Lo repite en privado. Y lo subraya cada vez que se le pregunta. En el club piensan igual. Es un jugador franquicia. Un activo deportivo y emocional que el Madrid considera parte de su patrimonio. Por eso nadie quiere dejar flecos sueltos.
Las conversaciones llevan meses abiertas. Muchas. Largas. Con momentos de pausa y con algún que otro ruido alrededor. Nada nuevo cuando se trata del brasileño. Pero esta vez todo parece encauzado. La firma está encaminada.
Un clima más calmado
El parón de selecciones ha ayudado. Los días con Brasil le han devuelto frescura. Se le vio más ligero. Más suelto. A veces, alejarse un poco del foco ayuda a ordenar ideas. También a rebajar la tensión que se generó tras el cambio en el Clásico. Aquel episodio se quedó en nada después de una charla con Xabi Alonso. Puertas adentro, todos lo vivieron así.

En el Madrid respiran aliviados. El vestuario también. Vinicius pidió disculpas por si su reacción había molestado. Un gesto pequeño, pero muy valorado dentro del grupo. La convivencia nunca fue un problema, pero estos detalles refuerzan la unión.
El club, por su parte, insiste en lo de siempre: las normas son iguales para todos. Y Vinicius lo sabe. Lo acepta desde hace meses. Lo entiende. Por eso las reuniones han sido fluidas, incluso en los momentos en los que el acuerdo parecía más lejano.
Una renovación clave
¿Por qué tanta insistencia? Porque el club no quiere llegar al último año de contrato sin una solución. No es su estilo. Mucho menos con un jugador que está llamado a liderar el proyecto. Y porque la renovación acabaría de golpe con los rumores que sobrevuelan cada verano.

Vinicius, además, tiene claro que está en el lugar adecuado. Su fútbol fluye aquí. Su personalidad encaja en el ecosistema del club. Siente el respaldo del público y el cariño de los compañeros. Y aunque haya equipos pendientes de su situación, ninguno ofrece lo que él tiene en Madrid.
Si no ocurre nada extraño, el acuerdo se cerrará pronto. El ‘Caso Vinicius’ enfila su recta final. Y todo apunta a un final feliz: Vinicius vestido de blanco muchos años más.