Corría el minuto 28 de encuentro cuando el Real Madrid ya ganaba 0-1 en el Wanda Metropolitano. A los de Cholo les era imposible cazar les envestidas de los de Ancelotti con Rodrygo y Vinicius en punta corriendo como flechas.
Así que los rojiblancos se dedicaron a repartir palos a lo largo de todo el encuentro. En una de estas, el lateral izquierdo colchonero le plantó un zarpazo casi a media altura a Rodrygo, quiénes los defensores del Atlético la tomaron con él una y otra vez. No tuvieron piedad y podían haberle hecho mucho daño.
Los madridistas se quejaban y con razón. No era para menos ya que la persecución fue persistente. La cosa llegó a tal punto que el redactor jefe del Diario AS, Tomás Roncero, se alarmó de tal forma que quiso denunciarlo por redes.
Tomás Roncero siempre defendiendo lo suyo
No se cortó un pelo y tras retwittear un post de Rafa Guerrero, ex árbitro de fútbol y compañero suyo en “El Chiringuito” lo dejó bien claro: “Esta entrada salvaje a @RodrygoGoes es una canallada. Habría que inhabilitar al del VAR. Esto es inadmisible”. Así de contundente fue el mensaje y las redes coincidieron con él.
Esta entrada salvaje a @RodrygoGoes es una canallada. Habría que inhabilitar al del VAR. Esto es inadmisible. https://t.co/Zswq22L4ix
— Tomás Roncero (@As_TomasRoncero) September 19, 2022
Permitir entradas así en un terreno de juego es de criminal. Desconocemos qué les enseñan en la Ribera del Manzanares, pero eso es una acción desproporcionada y violenta a partes iguales.
Tanto Munuera Montero, colegiado del encuentro, e Iglesias Villanueva que estará al frente del VAR deberían replanteárselo varias veces: ¿Es lícita esa acción? Tan solo le castigaron con una cartulina amarilla, aunque el color de esa tarjeta era prácticamente anaranjada.
Desconocemos el criterio que siguió el VAR, pero el Real Madrid debería recurrir a estos criterios. Es inadmisible que en el fútbol de primer nivel ocurran estas cosas.
El balance final del encuentro
En total se repartieron cinco tarjetas: tres para el Atlético y dos para los merengues. Una repartición algo desigual, según el estilo de juego de uno y otro conjunto. Los números son más sonrojantes cuando descubrimos que al Real Madrid le pitaron hasta más faltas en todo el partido, una más que los colchoneros que tenían 15.
Son acciones injustificables y por ello luego los jugadores pasan por la enfermería una y otra vez. El brasileño salió airoso de aquella jugada, ileso. Pero un poco más desequilibrado y le podría haber hecho mucho daño a su rival.
No deberían ni suceder estas cosas. Es de cajón que este jugador debería haber sido expulsado. El Atlético se debería haber quedado con 9 al terminar el encuentro. El resultado a pesar de ser positivo para los blancos, no debería dejar pasar por alto este tipo de acciones. No se deben presumir estas cosas así a la ligera.
Parece que el criterio arbitral cambia según el equipo que juegue. La vara de medir no es para nada proporcional a uno y otro equipo. Un desajuste tras otro, pero a pesar de ello, el Real Madrid sigue líder invicto con pleno de victorias.