Posiblemente ayer presenciamos lo que significa literalmente estar al borde del abismo. Un ridículo estrepitoso haciendo malabares en la fina línea del alambre. España restó eliminada durante prácticamente cerca de 3 largos minutos y medio.
Un susto no apto para cardíacos que dejó en vilo a un país entero. Con caras de susto, desesperación sin saber que hacer también estaban los miembros de la plantilla de tertulianos, periodistas y comunicadores de “El Chiringuito”.
Lo que se vivió ayer en el inside, costó de masticarlo. Con el tempranero gol de Álvaro Morata, todavía se sacó alguna mueca de sonrisa, pero visto el nivel que prestó España ante Alemania, los fantasmas volvía a aparecer.
El "inside" más agónico en años de emisión
Prácticamente estaban todos. No faltaba casi nadie de la plantilla habitual. Cartel de lujo para seguir el partido por redes con ellos, y no iba a ser menos
El cronómetro corría y los de Luis Enrique temporizaban únicamente. Una situación que incomodó a más de uno: tan solo hacía falta ver las caras de Alfredo Duro, José Luis Sánchez o José Damián González.
Sufrimiento, miedo y mucha tensión. Suspenso terrible del seleccionador que no convence a casi nadie. Un fútbol horizontal, sieso y tosco en el que prácticamente los jugadores con más posesión a lo largo de la primera parte fueron los dos centrales: Pau Torres y Rodri (reciclado), con un dubitativo y cuestionado, Unai Simón.
Japón no cayó en la trampa y nos hizo la envolvente, porque llegamos a caer nosotros mismos. Entonces se armó fuerte. Nadie quería salir en plano. A los tertulianos se les veía nerviosos, paseando de un lado al otro del salón dónde se encontraban y con claros gestos de disconformidad.
El flojo nivel de la Selección estalla en "El Chiringuito"
Críticas a Unai Simón en el primer tanto por su cantada, sobre todo provenientes de dos ex guardametas como Paco Buyo, madridista, y D’Alessandro, que confesaron que el vasco podría haber hecho mucho más en esa acción.
Pedrerol entonces ya empezaba a hacer cuentas porque se olía lo peor. El Costa Rica vs Alemania empezó a coger protagonismo. A los equipos europeos les interesaba ganar y no lo estaban consiguiendo.
El gol de los ticos, ese 2-1, supuso el escándalo definitivo. Tremenda decepción y catástrofe a la vista. Diego Plaza le pedía explicaciones a Neuer, Cristian cantaba los goles de los teutones y Damián se tapaba la cara, al igual que Alfredo Duro que no quería ni mirar.
Cuando la remontada germana empezó a cobrar sentido, el partido de la selección ya se daba por perdido y lo único que interesaba era esa victoria de los alemanes que nos volvía a mantener con posibilidades.
Un desenlace irrepetible para los intereses españoles
Cada gol suyo se vivió como una auténtica fiesta, mientras que Luis Enrique solo cometía errores: quitar al único nueve y sin encontrar espacios por dentro con jugadores no aptos para ese tipo de partidos. Retratada monumental para el asturiano.
Del partido que nos acontecía, no hubo color entre la primera y segunda mitad. Los nipones nos pasaron francamente por encima y en cosa de siete minutos, se habían adelantado en el marcador, robado el liderazgo del grupo y a expensas de lo que pudiera ocurrir en el otro partido.
Pero es que cuando empiezas a depender de los demás, se necesita un milagro para que salgan los cálculos. Ayer nos salvamos, pero no asegura nuestra continuidad por mucho tiempo. La siguiente prueba será el martes y pasará a ser una auténtica final.