Xavi Hernández vuelve a aparecer en escena. Aunque ya fuera del Barça, el exentrenador no pierde la ocasión de lanzar mensajes que hacen ruido en Can Barça.
Josep Pedrerol desveló en El Chiringuito una frase que proviene directamente del entorno del técnico:
“Lamine y diez más”. No es una frase cualquiera. Es una reivindicación personal. Un dardo sutil, pero dirigido con precisión.
Lamine Yamal, su gran apuesta
Xavi fue quien descubrió a Lamine Yamal. Confió en él con apenas 16 años. Y lo puso a jugar en escenarios grandes, donde no todos se atreven.
Ahora, con 17, el joven extremo es el mejor del Barça. Ante el Inter, en la ida de semifinales de Champions (3-3), fue el único que de verdad marcó la diferencia. Mientras el equipo sufría, él sacó personalidad. Regate, atrevimiento y gol.

Desde Madrid, se reconoce que el Barça tiene una gran generación. Cubarsí, Fermín López, Balde, Lamine… Son futbolistas jóvenes y con proyección. Además, ya han ganado la Copa del Rey, la Supercopa de España, y actualmente lideran LaLiga.
El empate contra el Inter en Montjuïc deja todo abierto para la vuelta en el Giuseppe Meazza. Están en la pelea por todo.
Pero hay algo que no cambia: la gestión de la directiva culé. Pese a esos logros actuales, decidieron prescindir de Xavi. Y lo hicieron cuando más apostaba por la cantera. Sin paciencia. Sin gratitud.
Pedrerol y el trasfondo del mensaje
“Lamine y diez más” no es una simple alabanza. Es un mensaje envenenado para Laporta y compañía. Xavi ve cómo los que él puso a debutar ahora llevan al equipo en volandas. Y desde su exilio forzado, apunta con el dedo.
👏 "LAMINE Y DIEZ MÁS".
— El Chiringuito TV (@elchiringuitotv) April 30, 2025
👀 @jpedrerol desvela las sensaciones del ENTORNO de XAVI tras el partido del Barça. pic.twitter.com/vrPsNhOg1d
Desde la prensa madridista, se observa con cierta ironía. El Barça presume de proyecto, pero sigue maltratando a sus leyendas.
Si Xavi necesitaba reivindicarse, lo está logrando. Aunque sea a costa de un jugador que demuestra que el club no supo esperar. Y eso, en el fútbol, se paga.