El Mundial de Clubes continúa avanzando y el cuerpo técnico sigue con su plan inicial, ese que se trazó tras el desembarco del nuevo entrenador del Real Madrid.
Xabi Alonso lo tenía claro desde el primer día. Con el fichaje de Franco Mastantuono cerrado, era necesario aclarar roles y Arda Güler fue el primero en recibir el mensaje.
“No vas a jugar en la derecha, tu sitio estará en el medio”, le dijo el técnico vasco en una conversación directa y sincera. El objetivo era evitar confusiones y potenciar las virtudes del joven turco.
La charla se dio antes del inicio del Mundial de Clubes. Y desde entonces, todo ha encajado. Güler ha dado un paso adelante en una nueva posición que le sienta como anillo al dedo.

Nuevo rol, más protagonismo
Arda Güler ha dejado de ser extremo. En este nuevo sistema, el 3-5-2 o 5-3-2, Xabi Alonso lo ha colocado como organizador en el centro del campo.
El turco ha actuado como mediocentro posicional, encargado de distribuir, enlazar y generar juego. A su lado, Valverde cumple el rol de box-to-box. Tchouaméni, por su parte, lidera la presión y actúa como pivote defensivo o central improvisado.
Con este esquema, Arda tiene más contacto con el balón, mayor libertad de movimiento y llegada al área rival. Justo lo que necesita para brillar.
El cambio le ha sentado bien. En los partidos del Mundial de Clubes se le ha visto cómodo, con confianza y más participación. Su calidad entre líneas está marcando diferencias.
Xabi lo quiere en el eje del proyecto
El mensaje de Xabi Alonso ha sido claro: quiere que Güler tenga peso en el equipo. Pero para lograrlo, debe jugar donde pueda ser determinante.
En banda derecha, su fútbol se apagaba. En el medio, lo potencia todo: visión, técnica, pase y capacidad para romper líneas. Además, rodeado de jugadores físicos como Valverde y Tchouaméni, sus carencias defensivas quedan protegidas.

Con Mastantuono perfilado para roles más ofensivos o incluso como segundo delantero, Güler será el cerebro del nuevo Madrid. Xabi confía en él y Arda, por fin, empieza a demostrar por qué el club apostó fuerte por su talento. Su sitio está en el centro y su momento acaba de comenzar.