José Mourinho no se rinde. El técnico del Benfica ha levantado el teléfono y ha contactado con Florentino Pérez para interesarse por la situación de Brahim Díaz. El malagueño no está cómodo con el papel secundario que le ha otorgado Xabi Alonso y valora seriamente salir en enero.
El mediapunta andaluz fue protagonista en Champions ante el Kairat Almaty. Marcó en los últimos minutos y se quitó la presión de estrenarse esta temporada. Un gol que confirmó lo que todos sabían: Brahim no baja los brazos y pelea por minutos. Sin embargo, la realidad es otra. Mastantuono es fijo en la derecha y el español siente que su papel es demasiado reducido.
Mourinho insiste en Brahim
El Benfica ya tanteó el terreno en verano. Ahora Mourinho aprieta y lo ha puesto como prioridad. Sabe que necesita un jugador diferencial para la segunda parte del curso y ve en Brahim ese “suplente de lujo” que le daría alternativas en ataque. El luso lo conoce bien, valora su capacidad de desequilibrio y cree que en Portugal podría tener el protagonismo que busca.
Desde el Real Madrid, la puerta no está cerrada. El club no tiene intención de regalarlo, pero tampoco pondría obstáculos si el jugador presiona. La fórmula de una cesión con opción de compra agrada a los portugueses. Todo dependerá de lo que ocurra en los próximos tres meses, donde Brahim buscará convencer a Xabi Alonso.
Un historial que le respalda
Brahim no es un desconocido en noches grandes. Ha marcado al Leipzig, al Atlético y al Manchester City. Desde que volvió del Milan en 2023 suma 19 goles y 20 asistencias. Números que reflejan su impacto cada vez que tiene continuidad.
En la actual temporada, además de su gol en Champions, es de los pocos que ya han dado tanto gol como asistencia, junto a Vinicius, Mbappé y Arda Güler. Una señal de que está enchufado, pese a los pocos minutos.
El malagueño mantiene su discurso de siempre: humildad, trabajo y silencio. Pero sabe que su paciencia tiene límite. Si en enero no cambia su rol, Mourinho está dispuesto a abrirle la puerta grande de Lisboa.
Florentino lo sabe. Mourinho también. Y el mercado de invierno puede traer un movimiento inesperado.