En Inglaterra no esperan al verano. El Liverpool ha activado la maquinaria para intentar llevarse a Vitinha, centrocampista del PSG y uno de los nombres que el Real Madrid viene siguiendo desde hace meses. La entidad de Anfield quiere adelantarse a todos y está lista para poner sobre la mesa una oferta que rondaría los 100 millones de euros. Un golpe serio.
Fuentes cercanas al club británico aseguran que el primer paso ya está dado. El Liverpool ha transmitido a la dirección del PSG su intención de negociar, pero la operación tiene un condicionante claro: el futuro de Mohamed Salah. Si el egipcio acepta marcharse a Arabia Saudí, la venta permitiría liberar el dinero necesario para afrontar el fichaje de Vitinha con garantías.
En París la situación genera inquietud. El portugués es actualmente el corazón futbolístico del equipo. Es quien marca el ritmo, quien enlaza líneas y quien sostiene el juego en los momentos clave. Luis Enrique lo considera indispensable, y la directiva comparte esa visión. Pero cuando aparece un club dispuesto a poner sobre la mesa una cifra tan elevada, todo cambia.

El Real Madrid observa con calma, pero atento
En Valdebebas conocen a la perfección al jugador. Vitinha ha sido monitorizado durante meses y su nombre figura entre las opciones de futuro para reforzar la medular. Su perfil es ideal: joven, intenso, técnico y con liderazgo. Aun así, el Madrid no planea mover ficha de inmediato. No es el momento.
El club blanco entiende que Vitinha está en una etapa crítica de su carrera. Y también sabe que el PSG lo tiene blindado hasta 2029. Solo un acuerdo interno de salida, previsto para 2026 y cifrado en unos 90 millones, podría facilitar un movimiento a medio plazo. Pero ese escenario todavía queda lejos.
El Liverpool quiere adelantarse a todos
La Premier League vuelve a enseñar músculo económico. Y el Liverpool está decidido a reconstruir su centro del campo con un jugador que ya es referencia en Europa y que también ha brillado con Portugal. En Anfield no dudan: si Salah se va, Vitinha será la prioridad absoluta.

El Madrid, mientras tanto, mantiene su posición. Quieto, prudente, pero vigilante. Porque este tipo de operaciones suele cambiar de rumbo cuando menos se espera. Y Vitinha, sin quererlo, se ha convertido en una de las piezas más codiciadas del mercado.