El Real Madrid trabaja sin parar desde hace meses para reforzar la plantilla del primer equipo, máxime después de los contratiempos por los que tuvo que pasar el grupo, al sufrir las lesiones graves -y duraderas- de Dani Carvajal y Éder Militao.
El objetivo que se fijaron entonces en las oficinas de Concha Espina pasaba -y pasa- por fortalecer la línea defensiva, con especial atención a los laterales. En cuanto a los centrales, el ascenso de Raúl Asencio ha sido todo una sorpresa y ha calmado las aguas.
En este sentido, hay que señalar que el Madrid ha seleccionado ya a Trent Alexander-Arnold como sustituto de Carvajal y Lucas Vázquez. El futbolista del Liverpool acaba contrato en junio, pero en Chamartín están intentando atar su contratación en enero. Sin embargo, desde Anfield no verían con buenos ojos desprenderse del carrilero.
En el lateral izquierdo, en cambio, el club presidido por Florentino Pérez habría sufrido un duro revés con Alhphonso Davies. El canadiense también concluía su contrato con el Bayern Múnich en junio, pero la situación ha sufrido un giro de 180 grados y todo apunta a que el defensa renovará con los bávaros.
Así las cosas, el Madrid podría seguir analizando los pormenores del mercado e intentar hacerse con un futbolista para el lateral zurdo. Uno de los que están más a tiro, desde luego, es Miguel Gutiérrez, que milita actualmente en el Girona y del que el Madrid conserva el 50% de sus derechos, además de contar con una cláusula de recompra y un derecho de tanteo que le da prevalencia sobre el resto de futuros competidores.
Descartado
Sin embargo, según apunta ‘Relevo’, el Madrid no se mueve por Gutiérrez, ya que cuenta con Ferland Mendy, que acaba de renovar, y con Fran García, que asume su segunda temporada en el primer equipo tras su experiencia en el Rayo Vallecano.
Gutiérrez, con una cláusula de rescisión de 35 millones de euros -el Madrid podría repescarle por sólo ocho-, tiene varias ofertas de grandes clubes europeos, de acuerdo con el diario deportivo de Vocento, y tiene decidido salir de Montilivi después de un año difícil en el equipo catalán, aunque profundamente enriquecedor y positivo en el terreno individual.