Xavi utiliza a Zidane para defender sus fracasos: la hipocresía de siempre

El entrenador culé, Xavi Hernández, trataba de sacar pecho al tener ahora la posibilidad de ganar la Liga

11 de Abril de 2023
Xavi ordenaba a su equipo en uno de sus últimos partidos
Xavi ordenaba a su equipo en uno de sus últimos partidos

El rédito de ganar una liga no es casualidad. Que el Barça mañana se pueda poner a quince puntos es una realidad visto que el Real Madrid perdió una oportunidad de gala para recortar distancias al líder. 

El madridismo parece haber priorizado otro tipo de competiciones y en el torneo doméstico se ha dejado llevar según le ha ido yendo. Ahora que el Barça podría hasta cantar el alirón dentro de poco, Xavi presumía por fin de un título tras tanto fracaso suelto.

El barcelonismo se agarra a un clavo ardiente
 

El entrenador azulgrana era consciente de las malas costumbres culés y por eso el técnico trataba de sacar pecho tirando del consejo de mucho madridista con experiencia. Los culés consideraban y daban por buena una liga en la que es el único recurso que les queda.

De haber pasado el día ya nadie sería digno de presumir de título. Por ello, por mucho que llore el barcelonismo, esto tratan de quitarle mérito al Real Madrid porque quieren demolerles con una contundencia suficiente.

Xavi no se olvida del reinado del madridismo y ahora no dejaba de olvidarse de sus mayores deseos derrotar al eterno rival de la peor manera. Pero si algo sorprende es su referencia en esto de jugar al fútbol.

Las sorprendentes declaraciones de Xavi
 

En rueda de prensa sorprendían unas declaraciones en las que aseguraba que de Zidane también aprendió muchas cosas, como su voluntad por darle prioridad a la competición doméstica. Lectura oportunista, ahora que puede presumir de poder acariciar dicho trofeo tras todas las decepciones que ha tendio. 

Ahora que el Real Madrid se le ha puesto muy cuesta arriba la competición, el Barça quiere zafarse de todo ello. Del conjunto de Chamartín aprende todo el mundo. Hasta en Barcelona les tienen envidia.