El Atlético de Madrid, en términos generales, es uno de los equipos que más vergüenza ha hecho pasar a su afición en todos los sentidos. Sin embargo, lo ocurrido la pasada temporada en la Champions contra el Real Madrid, en aquel penalti de Julián Álvarez, ha seguido a los aficionados por mucho tiempo. Pero tal parece que también lo ha hecho con el entrenador, el Cholo Simeone, el cual se retiró dejando a la delegación de la UEFA únicamente por mostrarle este penalti.
Esto se debió a que, justo antes de iniciar la competición, han querido explicar el porqué era un doble toque y por qué el penalti se había anulado en aquel momento. "Siento vergüenza", fue lo que dijo justo antes de abandonar esta cita, de la cual quedó sumamente tocado. Evidentemente, este ha sido un momento excesivamente bochornoso que seguramente le perseguirá por el resto de su carrera y en sus relaciones con la UEFA.
Siguen con este trauma
Aquel penalti de Julián Álvarez fue un auténtico caos en su momento, ya que, a pesar de que no lo querían reconocer, hubo un doble toque que anulaba el tanto. Tras eso, la tanda de penaltis se decidió a favor del conjunto blanco, que pasó a la siguiente ronda donde se vería con su verdugo, el Arsenal. No obstante, parece que ni siquiera con el tiempo han podido olvidar o entender por qué se anuló el gol.

De forma bastante criticable, la UEFA decidió intervenir junto con la IFAB para que se hiciera un cambio en la reglamentación. De esta manera, en esta temporada se espera que no exista una situación similar, pero las cosas ya no serán iguales. Aunque parece inconcebible que un representante de un club tan importante como lo es el entrenador pueda abandonar una reunión de estas de esa forma.
Y así quieren que los respeten
Es inconcebible ver cómo una personalidad como el entrenador del Atlético de Madrid puede abandonar una reunión como esta con tanta facilidad. Evidentemente, la UEFA tendrá que analizar si merece o no una sanción por este tipo de situaciones tan vergonzosas. Además, es simplemente irónico cómo, al salir avergonzado de dicha reunión, lo que realmente provocó fue vergüenza ajena.