Si miramos el gran elenco de centrocampistas que ha impulsado el fútbol moderno, nos daremos cuenta que es una posición que ha sido capaz de introducir numerosos cambios en esa demarcación. Una de las que más se habla es la del pivote defensivo. Su posición es clave para sostener al equipo.
En un esquema formado por cuatro defensores, tres centrocampistas y tres delanteros, esa es la radiografía que tantos éxitos le ha dado al Real Madrid en los últimos años.
Si hay un ingeniero que ha sido capaz de mantener el equilibrio entre los centrales y el ataque, ese Carlos Henrique Casemiro. El brasileño que se instaló en el equipo desde 2014, ha sido capaz de mantener la tiranía del medio campo durante siete años consecutivos. Rodeado de sus dos inseparables compañeros, Kroos y Modric, ha mantenido un nivel altísimo en todo lo que ha conseguido con el equipo.
Las artes de Casemiro para liderar un mediocampo
De esta forma, ha ido creciendo tanto en lo deportivo como en lo táctico y su faceta ha sido vital para entender los éxitos blancos. Pero si hay algo que define al pivote es su capacidad de resolver situaciones complicadas. Además de los entrenamientos y de la preparación previa, el jugador ha implementado la tecnología para ser un avanzado en el tiempo.
Desde la época de Zidane que utiliza estos métodos prodigiosos para estudiar a su rival y conocer todos sus movimientos. Como si de un detective secreto se tratara, cuenta con una plataforma de análisis de datos que le proporcionan numerosos resultados.
Es un software muy conocido entre los ojeadores y es fácil de utilizar para cualquiera. La metodología que se practica en Chamartín es de las más punteras y que una pieza del once cumpla con dichos requisitos, solo provoca que el equipo vuele solo.
Para él es un plus contar con estas habilidades. Puede estudiar desde el recorrido del balón, los errores que cometen tanto ellos como sus rivales, la efectividad de los pases, la precisión de estos, la cantidad, las zonas calientes del verde…con vocación de entrenador prácticamente, estudia minuciosamente todo lo que hace.
Casemiro es toda una institución
A sus 30 años parece que lo haya dado todo. Ahora se le relaciona con una posible salida del club blanco. De él dependerá afrontar un nuevo reto profesional a su carrera o bien permanecer como madridista durante muchos años más. La operación puede trastocarle sus planes, pero parece que no se deshará de sus estudios.
Para él es una extensión de lo que hace sobre el verde. Los deberes y apuntes que toma de cada partido. Porque en el deporte profesional no hay nada tan importante como contar con todos los datos milimétricos. A veces dependerá de centímetros, de minutos o milésimas por los que no se llegue a un balón.
El fútbol se está convirtiendo cada vez más en un deporte más analítico. Los jugadores ya no tienen tanta libertad y parece que todo está estudiado. No hay nada de aleatorio. Se busca la perfección, la plasticidad con el balón, la rentabilidad con el balón en los pies. Todo pasa por un auténtico laboratorio.