El Barcelona vuelve a mirar al mercado con miedo. Y esta vez la preocupación tiene nombre propio: Raphinha. El extremo brasileño, uno de los jugadores más productivos del equipo, está en el punto de mira del Newcastle. Y el club inglés prepara una oferta seria. Muy seria.
La situación económica del Barça aprieta. La masa salarial sigue desbordada. Las pérdidas acumuladas no dan tregua. Y la directiva necesita ingresos urgentes para cuadrar las cuentas. En ese escenario, Raphinha se convierte en el candidato más claro para salir. No porque el Barça quiera. Sino porque no le queda otra.
El Newcastle lo sabe, y por eso ha decidido atacar. El club inglés está dispuesto a poner encima de la mesa una propuesta de nivel Premier. Dinero, proyecto y un salario muy superior al que el brasileño recibe en el Camp Nou. Una combinación que, en otros tiempos, sería imposible de igualar para el Barça.
Raphinha, clave en el campo… pero vulnerable en los despachos
Hansi Flick cuenta con él. Lo ha demostrado. Raphinha es uno de los capitanes y vuelve a mostrar el nivel que enamoró en Leeds. Su presión, su energía y su capacidad para romper defensas lo han hecho imprescindible. Pero el problema no es deportivo. Es financiero.

El extremo tiene contrato hasta 2028. Su deseo, hoy por hoy, es seguir. Se siente importante. Pero sabe que el club podría necesitar venderlo. Y esa incertidumbre empieza a pesar.
En la Premier, su nombre genera consenso. Y eso anima al Newcastle a insistir. Con dinero saudí detrás, el club puede plantear una operación que obligue al Barça a escucharlo. Aunque no quieran.
Si se va, el Barça deberá reaccionar rápido
La marcha de Raphinha obligaría a Joan Laporta y Deco a buscar un sustituto inmediato. Y las alternativas no son muchas. En Inglaterra señalan a Karim Adeyemi como opción prioritaria. Su situación en el Dortmund es delicada. Su relación con Hansi Flick es excelente. Y su precio es más asumible que otros perfiles.

Nico Williams, en cambio, está descartado. Su renovación con el Athletic y su cláusula cercana a los 100 millones lo hacen imposible.
El mercado ni siquiera ha arrancado y el Barça ya tiembla. El Newcastle aprieta. Raphinha escucha. Y Laporta, con la presión financiera al límite, podría verse obligado a vender a una de sus estrellas. Una más en una gestión que empieza a pasar factura.