El Real Madrid ha dejado clara su postura: no volverá a jugar sin al menos 72 horas de descanso. Así lo aseguró RMTV antes del partido contra el Villarreal, tras el exigente duelo de Copa del Rey ante el Atlético.
El club blanco anunció que pedirá amparo a la FIFA si LaLiga vuelve a imponer un calendario que perjudique la recuperación de los jugadores. "No se va a permitir el atropello de la Liga de Tebas", sentenciaron.
Carlo Ancelotti, tras la victoria contra el Villarreal, reforzó esta postura. "No lo entiendo. Lo mínimo son 72 horas. Se prioriza el dinero, no la recuperación de los jugadores", criticó.

El técnico italiano fue aún más firme: "Es la última vez que jugamos sin ese descanso. Si vuelve a pasar, no nos presentamos".
La respuesta de LaLiga
LaLiga reaccionó de inmediato. Según Relevo, la patronal explicó que el Real Madrid no pidió el cambio dentro del plazo. Los horarios se publicaron el 25 de febrero y la Champions el 21 de febrero.
Desde LaLiga aseguran que el Madrid solicitó el cambio fuera de tiempo, cuando ya estaban fijados. En otros casos, dicen, sí se han aceptado modificaciones dentro del protocolo establecido.
El Real Madrid insiste en este margen para proteger la salud de los futbolistas. Alberto Lacaba, fisioterapeuta deportivo, lo confirma: "Las 72 horas son esenciales para la recuperación muscular".
El exceso de partidos y la falta de descanso han provocado un aumento en las lesiones musculares y de ligamentos. "La fatiga muscular es un factor clave en estas lesiones", advierte Lacaba.
La AFE también apoya la medida
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) respalda al Madrid. En un comunicado, recordó que el descanso mínimo de 72 horas fue un acuerdo con LaLiga y la RFEF en 2020.

Además, la FIFPRO, la federación internacional de jugadores, recomienda entre 72 y 96 horas de recuperación entre partidos para evitar lesiones y preservar el estado físico y mental de los futbolistas.
El Real Madrid ha plantado cara a LaLiga y a Tebas. Exige que se respeten los tiempos de recuperación. La respuesta de la patronal deja el conflicto abierto.
¿Se verá obligado LaLiga a cambiar su postura? ¿O el Madrid tendrá que recurrir a la FIFA?