Valérie Courtois es una persona que ha brillado en el deporte más allá del nombre de su hermano y de la carrera que ha hecho en el mundo del fútbol.
Esta mujer, que es 2 años menor que Thibaut Courtois, fue jugadora de balonmano y se formó en el Racing Club Genk, lo que le llevó a ser profesional de esta disciplina con el Genk.
En total, Valérie Courtois disfrutó de una carrera de once años y ganó la Copa de Bélgica dos veces y la Supercopa Nacional dos veces. Entre 2017 y 2019, jugó en el Stade Français, el club donde terminó su carrera.
Los Courtois, una familia entregada al deporte
En una entrevista, la hermana de Thibaut aseguró sobre el portero del Real Madrid que "pienso que para él, en nuestros comienzos, yo era una motivación para poder conseguir lo mismo, porque siempre fue su sueño, estaba como loco por ser profesional".
"Es nuestra diversión", insistió, "es como cuando hay familias de músicos; nosotros -la familia Courtois- encontramos nuestra felicidad practicando deporte". Sus padres, contó, no eran profesionales del voleibol, pero sí que jugaron a un alto nivel en Bélgica. "Mi padre jugó alguna competición europea, pero siempre combinándolo con algún trabajo 'normal'", añadió.

Esto explica que Thibaut Courtois, tras una etapa exitosa en el Chelsea, finalmente firmara por el Real Madrid e iniciara una época llena de títulos y grandes alegrías, tanto para él como para el madridismo, lo que, además, le ha permitido ser elegido como el mejor portero del planeta, algo que podría deberle al balonmano, ya que, según Valérie Courtois, su hermano se formó inicialmente participando en entrenamientos de balonmano.
Esto es una prueba más de que el éxito de la familia Courtois es un asunto familiar, un ejemplo que va más allá del fútbol.