La Corte Suprema de Brasil ha rechazado un nuevo recurso presentado por la defensa de Robson de Souza, más conocido como Robinho, confirmando su condena a nueve años de prisión por un caso de violación grupal cometido en 2013 en Italia. La decisión, tomada el pasado 2 de septiembre de 2025, ratifica que el exfutbolista deberá cumplir su pena en una cárcel brasileña, tras agotar las instancias legales para evitarlo.
El caso se remonta a 2013, cuando Robinho, entonces jugador del AC Milan, fue acusado de participar en una agresión sexual contra una joven en una discoteca de Milán. En 2017, la justicia italiana lo condenó, pero el proceso se prolongó debido a que el exjugador residía en Brasil, país que no extradita a sus ciudadanos. Tras años de litigio, en 2022 Italia solicitó que la sentencia se homologara en Brasil, lo que permitió su detención en marzo de 2024.
ROBINHO SEGUIRÁ EN PRISIÓN
La defensa de Robinho argumentó en su último recurso que existían irregularidades en el proceso y que la condena italiana no respetaba las garantías legales. Sin embargo, el Supremo Tribunal Federal desestimó estas alegaciones, considerando que la sentencia italiana cumplía con los requisitos para ser ejecutada en Brasil. Los magistrados destacaron la gravedad del delito y la necesidad de hacer cumplir la justicia, cerrando así cualquier posibilidad de liberación inmediata.
A sus 41 años de edad, Robinho cumple su condena en la prisión de Tremembé, en São Paulo, conocida por albergar a reclusos de alto perfil. Durante su carrera, el exdelantero destacó en clubes como el Real Madrid, Manchester City y el AC Milan, además de ser internacional con la 'canarinha'. Sin embargo, su legado deportivo ha quedado empañado por este caso, que ha generado amplio debate en Brasil sobre la justicia y la responsabilidad de figuras públicas.
La decisión judicial pone fin a una saga legal que ha durado más de una década. Organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres han aplaudido el fallo, viéndolo como un paso hacia la lucha contra la impunidad en casos de violencia sexual. Por ahora, Robinho seguirá en prisión, mientras su defensa evalúa posibles acciones futuras, aunque las opciones legales parecen agotadas.