Si alguien quedó retratado en el clásico copero ese fue Gavi y su juego sucio. El mediocentro se vio ahogado con la superioridad madridista. Estos le fueron ganando la batalla a medida que pasaban los minutos y al chico no le quedó más remedio que agachar la cabeza.
Gavi sacaba a relucir su niñería una vez más
Además, la amarilla que le sacaron en la primera mitad, también le condicionó durante el encuentro. Parece que los equipos le van cogiendo la medida y es que al culé ya no le quedan recursos. Este ha seguido utilizando la misma medicina para todos: patadas tras patadas.
Pero si hay algo que prácticamente nadie se esperaba, era el feo gesto que le llegó a recriminar a Karim Benzema. El madridista apenas le hizo caso y ni se lo tomó en serio, pero el barcelonista le llegó increpar visto que el francés celebraba los goles que fue anotando, según él, muy cerca de los aficionados culés.
Situación prácticamente incomprensible visto que los madridistas jugaban fuera de casa y el estadio estaba repleto de seguidores del Barça que especulaban con una victoria que nunca llegó. De hecho, se podría decir que ni se llegaron a presentar al partido.
Benzema no podía hacer otra cosa
Además, el delantero galo no le quedaba otra que hacerlo en esas inmediaciones visto que a los seguidores madridistas los colocaron en una posición muy alejada del verde.
Esto demuestra, una vez más, que las relaciones entre eternos rivales no pasa por su mejor momento, pese a los comentarios que llegó a realizar Emilio Butragueño. El gesto antideportivo de Gavi, no fue el único que se vio en el clásico.
Araújo también la tomó con Vinicius, aunque todas estas situaciones son prácticamente incontrolables. A Gavi ya le dieron una lección y seguramente no será la última. El último clásico y más importante de todos, se lo ha llevado una vez más, el Real Madrid.