El Barcelona ha encadenado dos derrotas consecutivas (PSG y Sevilla) antes del ‘parón’ internacional y la situación en el entorno culé no es la mejor, precisamente. El equipo, que ya empató en Vallecas contra el Rayo (1-1), antes de la anterior interrupción de la temporada, no ha empezado bien esta campaña y la preocupación se torna en Joan Laporta, el presidente, después del curso anterior, en el que se hicieron con la Liga y la Copa del Rey.
Aunque lo cierto es que la regularidad y la estabilidad no son recetas de Hansi Flick, el entrenador al que recurrió el Barça hace poco más de un año para acabar con las ridiculices y los esperpentos de Xavi Hernández, que duró dos años y medio en el cargo. No parece que vaya a superarle el alemán, puesto que su historial en los banquillos siempre ha estado marcado por periodos muy breves.
Flick se ha tomado unos días de descanso ahora después de que las críticas sobre él estén floreciendo de manera constante y también por los rumores que hay sobre su relación con Lamine Yamal, que se habría estancado. El ex futbolista se encuentra, probablemente, en la mayor crisis -de resultados y confianza- desde que llegó a Cataluña y su futuro es una incertidumbre, toda vez que su contrato expira el próximo junio con los azulgranas.
Las dudas que hay sobre Flick están acompañadas igualmente por la desastrosa gestión económica de Laporta, que la semana pasada presentó sus últimas cuentas, reconociendo unas pérdidas de 17 millones de euros durante la pasada campaña. En total, desde que volvió a la presidencia en 2021, el máximo dirigente azulgrana ha abierto un boquete de 231 ‘kilos’, a pesar de que el equipo ingresó 900 millones. La deuda total asciende ya a 4.000 millones, una locura de otra galaxia.
Flick, marcado por su pasado
Hansi Flick dejó su carrera como jugador en 1996, retirándose en las filas del Victoria Bammental, equipo al que entrenó a partir de entonces hasta el año 2000. Entre 2000 y 2005 se hizo cargo del Hoffenheim y no fue hasta 2019 cuando volvió a los banquillos, fichando por el Bayern Múnich. Sin embargo, la experiencia con los bávaros duró dos años. Después de ganar el ‘triplete’, en su segundo curso sólo se hizo con la Bundesliga.
En 2021 se confirmó su incorporación a la Selección alemana, pero Flick sólo duró año y medio, con apenas 25 partidos dirigidos. Y es el miedo que corre en el Barça, porque demostrado ha quedado que Flick no es un técnico de futuro y sus equipos sufren unos vaivenes importantes durante sus segundos años.