Que el fútbol español está mal es una obviedad que no merece discusión. Tanto en su estructura como en su funcionamiento, con unos profesionales que, encargados de velar por la limpieza y el ‘fair play’, se han dedicado a hacer negocio y sacar tajada.
Unos contratiempos que se agravan con la explosión del ‘caso Negreira’, afectando ya al espíritu del deporte, y con unas negligencias arbitrales que se están sucediendo ahora con frecuencia y que están dejando por los suelos la imagen de un producto caduco.
Y en el pozo de una imagen que ya es a todas luces insalvable la vergüenza se abre paso con episodios xenófobos que evidencian que, también, tenemos un problema esencial en asuntos de educación. Aunque el problema está en el que los consiente.
Al respecto, Royston Drenthe, quien fuera futbolista del Real Madrid entre los años 2007 y 2012, ha desvelado un episodio que tuvo con Leo Messi, dando fe de que el racismo anida en nuestro balompié desde mucho antes de que irrumpiera Vinicius Junior, que ha puesto el problema en el foco.
Drenthe: “Messi me llamó negro de mierda”
— ᴍᴀɴᴜ. (@ESnomanu) February 27, 2025
Un jugador así nunca puede ser el mejor de la historia. pic.twitter.com/w6DsgjbrGg
“Chocamos cabeza con cabeza porque él me llamó negro de mierda. Yo estaba acostumbrado a que los jugadores argentinos, entre ellos, por ejemplo a Garay, siempre le llamaban negro. Para ellos era una cosa normal decir eso, pero hay que entender que a un chico como yo, o también a Mahamadou Diarra, no le gustaba. Diarra es africano y tiene su cultura, y no le gustaba”, ha señalado el jugador neerlandés en el pódcast de Jordi Wild.
“Yo, por ejemplo, me lo tomaba diferente cuando Higuaín, que era mi amigo, me decía: ‘Eh, negro de mierda’. Pero Messi era un rival. No soy tu amigo y si me dices eso en un partido, yo me siento insultado. Era diferente a lo de Higuaín, que era mi amigo y estábamos todos los días juntos. La gente no entiende y te dice: 'Si él [Higuaín] te puede decir eso, ¿por qué el otro [Messi] no?'”, ha indicado Drenthe.
Ración de ‘valors’
Lo ocurrido vuelve a poner de manifiesto la falsa superioridad moral del barcelonismo, con su legendaria figura a la cabeza. Los que decían tener ‘valors’ no dejan de ser el epítome de la xenofobia, la intolerancia y la inelegancia.

No es de extrañar en una tierra, Cataluña, en la que el racismo fue reivindicado, de manera sutil, como eje vector de toda relación social, urdido todo por el poder, que siempre ha tenido en el Barça su mejor arma de propaganda. Si no querían a los andaluces, no hay que ser muy avispados la opinión que podrían tener sobre otras razas. Y para muestra, el botón de Messi.
