El Real Madrid ha conquistado 97 títulos en sus 120 años de historia. Una trayectoria repleta de títulos, convirtiéndose en el equipo más laureado del mundo. Muchos jugadores y técnicos con etapas gloriosas han catapultado este escudo a categoría de leyenda.
Las leyendas siempre serán recordadas pasen los años que pasen y uno que se recordará siempre, es el futbolista con más títulos en Concha Espina. ¿De quién se trata?
El jugador que cuenta con este privilegio, se despedía de la entidad en un acto de homenaje y celebración ayer mismo. Marcelo Vieira, el lateral izquierdo y capitán del equipo puso punto y final a su trayectoria como merengue.
Historia de madridismo
Los dieciséis años que ha pasado el brasileño han significado mucho para la historia del club. Un total de 25 trofeos los que ha ganado el ya ex jugador blanco. Un hueco que seguro que costará de rellenar tras su ausencia. La sonrisa permanente durante todos estos años. Numerosos partidos los que ha jugado y siempre respondiendo al máximo nivel.
En su despedida se refería una y otra vez muy agradecido a toda la entidad e institución. Daba las gracias a todos los empleados, familia y compañeros por haber formado parte de su historia. Marcelo siempre quiso dejar su propio legado y quiso hacerlo a su manera.
Su actitud es una de las virtudes que le han mantenido en el fútbol de primer nivel desde siempre. El jugador humilde, que llegó al Bernabéu con tan solo 18 años nunca ha pedido un aumento de sueldo en toda su trayectoria. Algo que le abala como un auténtico profesional.
El adiós de Marcelo
Marcelo se marcha tras agotar su contrato con el Real Madrid. A sus 34 años cierra una etapa como jugador, aunque muy probablemente vuelva en un futuro. En su despedida se consideraba como un canterano más y dejó entrever que su momento más feliz, fue durante el día de ayer: lo había dado todo al club.
Desconocemos lo que será de él en un futuro y si a partir de septiembre lo veremos jugar lejos del Bernabéu. Por ahora, deja a su hijo Enzo en el juvenil del fútbol base del Real Madrid, y por qué no verlo dentro de poco debutando con el primer equipo.
El papel como entrenador, entra en sus papeletas de cara a un futuro. Reconoció que, durante la final de la Champions, charló con Rodrygo, Militao o Valverde arengándoles con discursos de motivación. En su casa también está su hijo, así que el papel de gestor puede que se le dé bastante bien.
La parroquia blanca ha tenido la mejor de las suertes con el Marcelo.