El nuevo fichaje blanco, Aurélien Tchouameni, es muy joven. Tan solo tiene 22 años y mucho fútbol por delante. Llega al Real Madrid con la ilusión de un niño para convertirse en un hombre. Su talento es lo único que le ha traído a este club para demostrar grandes cosas.
Los tiempos que corren, han precipitado mucho el rendimiento de cada jugador. Por ello no es normal, ni nos sorprende, que cada vez son más los jóvenes que pican a la puerta de los grandes.
Este equipo es un especialista. El año pasado ya sucedió con Camavinga y esta temporada han repetido con Tchouameni. Lo que todavía nadie es prácticamente consciente es de la que pueden llegar a liar estos dos sobre el terreno de juego.
A pesar de que todavía no se les ha visto jugar juntos, ya que el fútbol es un deporte pragmático, faltará poco para descubrir la capacidad que tienen los dos franceses.
Son el presente y el futuro del club. Florentino y el resto de los mortales lo sabe. El fútbol ha evolucionado a nuevos sistemas de juego. Está demostrado que quién tenga el control y el dominio del medio campo, tendrá gran parte de la victoria cosechada. Ahora mismo el equipo de Concha Espina puede presumir de algo inédito.
El fútbol no tiene fin: Camavinga, Tchouameni, Valverde y los que vengan
Dos generaciones de futbolistas que son espectaculares. Lo que nos preguntamos todos es de dónde habrán aprendido esta gente. Los que vienen de abajo, más jóvenes, pero igual de curtidos que el resto. ¿Qué desayunan?
Para un futbolista de la calidad de Tchouameni, le podríamos preguntar sobre mil conceptos técnicos o tácticos que te los sabría resolver igual que cualquier otro. Hoy en día, quizá con tanta tecnología, es más fácil manejar y ver cómo se juega al fútbol: el posicionamiento, la salida de balón…
Su conexión puede ser bestial y la perfecta sabia para mejorar y renovar la medular del Real Madrid. Con Modric, Kroos y Casemiro en un estado idílico, la situación sería diferente, pero las temporadas son muy largas y sino que se lo pregunten a Ancelotti.
Pero si hay algún concepto que mucha gente repite es que nadie puede juzgar a algún jugador que no ha visto. Hablarán de él y dirán que es el mejor, pero si alguien no lo ha visto, no puede estar capacitado para juzgarle. Esa es la pregunta que le han hecho al nuevo fichaje blanco en muchas ocasiones.
Fabinho, el maestro de Tchouameni
La sorpresa salta cuando es él mismo el que nos dice que es verdad. Aprende de lo que ha visto. Salido de la cantera del Mónaco, él vivió el auge de jugadores como Fabinho, Bakayoko o Joao Moutinho.
El primero estuvo en la cantera blanca en la época de Mourinho, pero no acabó de cuajar. Ahora triunfa en el Liverpool de Kloop como una auténtica estrella. Su función en el conjunto del Principado, seguro que fue determinante para que el club inglés le fichara. Pues igual de determinante fue que, para Aurélien, fuera su inspiración absoluta.
Las casualidades no existen
Desconocemos si esto lo sabe el brasileño, pero es un auténtico halago para cualquier futbolista. El simple hecho que aprendan de ti, ya es una magnífica señal para haber triunfado en el fútbol.
La casualidad más bonita de todas: pasado, presente y futuro del Real Madrid. Entre todos se ayudan, se hacen más fuertes y vencen. Jugar en este club, era algo que estaba predestinado para el mediocentro francés.
El manejo de la plantilla para dosificar a ciertos componentes ha sido clave para resolver la magnífica temporada realizada. Nos hemos dado cuenta que Camavinga, Valverde, Ceballos, Rodrygo…están para jugar. No únicamente funcionan como fondo de armario. Hay mucho talento vestido de blanco.