¿El Camp Nou listo para recibir al Barça? No del todo. Culemanía ha comprobado que la zona de Lateral todavía da problemas: Obstáculos, vallas, grúas… moverse no es fácil. La obra avanza, sí, pero la seguridad de los aficionados todavía no está garantizada.
El club ha hecho mejoras visibles. Pasillos más anchos, nuevas bocas de acceso, lavabos renovados y mejor iluminación. Todo parece más cómodo. Pero, ¿basta con eso? Según la prensa culé, todavía quedan elementos peligrosos que eliminar antes del gran regreso.
Accesos bajo lupa
La licencia 1A permite abrir Tribuna y Gol Sud. Esas zonas ya están bastante más despejadas y el acceso fluye. Pero Lateral y Gol Nord siguen siendo un reto: grúas, vallas y bloques dificultan la entrada y salida de los aficionados.
Desde el Ayuntamiento son claros: “No habrá trato especial. La seguridad es lo primero”. Y los técnicos han criticado las constantes presiones del club para abrir con tres gradas. La paciencia parece ser la clave.
El viernes, los socios que entraron al Camp Nou pudieron comprobar los cambios. Pasillos más amplios, asientos mejor señalizados, lavabos nuevos… Incluso la iluminación ha cambiado. Sí, avances visibles, pero insuficientes para abrirlo con total normalidad.
Lateral sigue siendo un dolor de cabeza. Culemanía deja claro que hasta que se eliminen todos los obstáculos, el regreso podría retrasarse. Y es que nadie quiere prisas si hay riesgo para los aficionados.
Próximos partidos
El Barça jugará pronto contra Athletic, Alavés y Atlético. Laporta confía en que el regreso sea posible, pero no descarta que se retrase hasta enero si Lateral no está listo.
Además, el club espera la licencia 1C. Con ella se abrirían todas las gradas y se llegaría a 62.500 espectadores. Limak sigue levantando la tercera grada y la cubierta se colocará en 2027. Dos años más tarde de lo previsto.
Será espectacular: 104.600 espectadores cubiertos, 9.600 asientos VIP, 69 ascensores, 78 escaleras mecánicas y 3.000 plazas de parking. Laporta promete ingresos de 400 millones al año.
Pero hoy, la realidad manda. Mejoras visibles, sí. Seguridad total, aún no. El regreso del Barça se acerca, pero con precaución. Y la afición… tendrá que esperar un poquito más para verlo al cien por cien seguro.