46.264 espectadores se dieron cita anoche en el estadio Lluís Companys, pero se escuchó mucho más a los 2.000 seguidores del Olympiacos griego, que a los aficionados culés que poblaron las gradas de su casa eventual, mientras no regresan al nuevo Camp Nou, algo que se está alargando más de lo previsto por la directiva culé.
Los aficionados del Olympiacos, consiguieron que el Barça jugase como ‘visitante’ anoche en Montjüic
El principal problema con el que se están encontrando los socios del FC Barcelona que acuden a ver a su equipo a Montjüic, es que el juego del Barça no es el de la temporada pasada.
Si hace un año el conjunto que dirige el alemán Hansi Flick, era arrollador por momentos, con una presión alta muy fuerte, una activación tras pérdida que le permitía robar el balón en muy poco tiempo y un fútbol que les permitía tener ratos en los que era una auténtica apisonadora.
El Real Madrid lo sufrió en el Bernabéu, en la final de la Supercopa y en la segunda vuelta en Montjüic, en un partido en el que, tras adelantarse por cero goles a dos, vio como los azulgranas marcaban cuatro goles en 25 minutos para ponerse en ventaja en el marcador.
El Barça no despliega el fútbol de la temporada pasada, y eso hace que la gente no esté tan animada en la grada
Si el Barça no ilusiona a la gente, el público culé es frío, todo lo contrario que la afición del Olympiacos, se hizo notar durante todo el partido. La nueva Grada d’Animació que prepara el FC Barcelona, que estará situada en el Gol Sur, y que cuenta con 1.240 asientos, es la esperanza de los barcelonistas para animar el ambiente. Eso sí, será una grada artificial, sin liderazgos ni peñas, muy al gusto de Laporta, quién no perdona que el año pasado se cantara contra él.
Tan sólo Fermín, autor de tres goles anoche, fue un estímulo para los aficionados que se dieron cita en el Lluís Companys, para ver un nuevo atraco del FC Barcelona en Europa.
No llega con las mejores sensaciones el Barça al Bernabéu, lo que puede ser aprovechado por los de Xabi Alonso para lograr una victoria que se le resistió en los cuatro encuentros disputados ante los azulgranas la temporada pasada, con Carlo Ancelotti en el banquillo. El Real Madrid puede dar el domingo un gran golpe a LaLiga.