Javier Enríquez Romero, hijo del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira, ha sorprendido en su declaración ante la jueza del llamado ‘caso Negreira’.
El joven aseguró que su padre le repetía constantemente: "No puedo trabajar con ningún club porque soy vicepresidente del CTA". Sin embargo, según Javier, la realidad fue distinta.
El Barça lo usó como pretexto
Javier afirmó que el FC Barcelona mintió ante Hacienda para desvincularse de su padre. “Me usaron como pretexto”, dijo ante la magistrada Alejandra Gil.
💥 Javier Enríquez Negreira, ante la juez del 'caso Negreira':
— El Chiringuito TV (@elchiringuitotv) September 20, 2025
‼️ "Mi padre me dijo varias veces: 'No puedo trabajar con ningún club porque soy el vicepresidente del CTA'".
💥 "El Barça mintió en Hacienda para desligarse de mi padre y me usó como pretexto". pic.twitter.com/xfJ1HwfYhj
El club había señalado que Javier era la persona de contacto de Dasnil 95, la empresa que cobró la mayoría de los 7,5 millones de euros. Pero el hijo de Negreira desmiente por completo esa versión.
“Cuando lo vi, no me lo creía. Era mentira”, afirmó. Su testimonio contradice también la explicación pública de Joan Laporta sobre los informes y pagos vinculados a su padre.
Pagos y ética cuestionada
Javier relató que solo cobró 70.000 euros anuales a través de su empresa Soccercam, mientras desconocía que su padre había recibido millones del Barça.
“Me parecía poco ético que mi padre cobrara millones durante 18 años”, aseguró. Además, explicó que nunca gestionó cuentas ni tuvo acceso a las transferencias realizadas desde Dasnil 95 o Nilsad.
Sobre su trabajo, Javier indicó que se limitaba a elaborar informes de árbitros y partidos, incluyendo estadísticas y análisis técnicos, siempre con fines profesionales y de asesoramiento, nunca para influir en decisiones arbitrales.
La relación con su padre
Javier describió a Negreira como “autoritaria y agresiva” y recordó momentos tensos cuando le preguntó sobre los pagos del Barça. “Me decía: ‘A ti qué coño te importa’”, confesó.
Aseguró que su labor era independiente y ajena al cargo de su padre. Los pagos y contratos de su progenitor, según él, nunca le beneficiaron económicamente.

El testimonio de Javier refuerza la acusación de corrupción deportiva al FC Barcelona y a Negreira. También complica la posición de Laporta, que declarará en diciembre.
Por último, Javier pidió rapidez en la resolución del caso. Denunció que su carrera profesional se ha visto afectada y que ha tenido que vender su casa y trasladar a su familia.
“Llevo dos años y medio en silencio por respeto a la causa y a los jueces”, concluyó.