Saltó la noticia en Francia y enseguida cruzó la frontera: Eduardo Camavinga tiene molestias en el tendón de la corva. Nada grave, pero lo suficiente para frenarle en seco y dejarle fuera del partido de esta noche ante Ucrania. El propio entorno del jugador lo reconoce: “mejor parar a tiempo que lamentarlo después”.
Camavinga notó algo raro durante el entrenamiento con la selección. Un leve pinchazo, una sensación extraña en la parte posterior del muslo. Lo comentó, los médicos le revisaron… y la decisión fue clara: descanso. Francia no quiere correr riesgos y en el Real Madrid, mucho menos.
Precaución total desde Valdebebas
En el club blanco están muy pendientes del parte médico que llegará desde Clairefontaine. Nadie olvida lo que pasó la temporada pasada, cuando una lesión parecida le tuvo semanas en el dique seco. Por eso, esta vez, el mensaje desde Madrid ha sido contundente: calma y cero riesgos.

Camavinga lleva unos meses de mucha carga física. Ha jugado en varias posiciones, ha sido titular, revulsivo, mediocentro… un todoterreno. Y aunque su cuerpo aguanta de sobra, el calendario no perdona. En Valdebebas prefieren que regrese cuanto antes para revisarle y que pueda recuperarse en casa, con sus fisioterapeutas de confianza.
Deschamps no se la juega
Didier Deschamps habló del tema en rueda de prensa y trató de restarle dramatismo. “Ha tenido lesiones que le impidieron tener continuidad, pero está mejor. Es un chico con muchísima calidad y, si está bien físicamente, volverá a jugar con nosotros y con su club”, explicó el seleccionador.
Por si acaso, Francia ya llamó a Khéphren Thuram para cubrir la baja. Un movimiento que deja claro que Camavinga podría no jugar en este parón.

Desde Francia insisten en que solo necesita unos días de reposo. No hay rotura, ni lesión grave. Simplemente una sobrecarga muscular, de esas que se curan con descanso, hielo y fisioterapia.
Si todo va según lo previsto, el francés podría estar de vuelta a principios de la próxima semana. Un pequeño susto, sí, pero nada más. En el Madrid respiran tranquilos: Camavinga está bien, solo necesitaba levantar un poco el pie del acelerador.