Javier Enriquez Romero, hijo de José María Enriquez Negreira se ha desvinculado de los 8,4 millones de euros que su padre cobró del FC Barcelona, alegando que él sólo percibió 60.000 euros por sus trabajos como coach.
Según su declaración, José María Enriquez Negreira nunca le informó de su relación contractual con el Barça ni le dijo que facturara para el club. Javier asegura que, aunque aparece como parte de varias sociedades que sí recibieron fondos del club azulgrana, desconoce las cuentas internas y no tenía conocimiento de dónde procedían esos pagos.

EL HIJO DE NEGREIRA NO CONOCÍA LAS ACTIVIDADES DE SU PADRE
El hijo del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros admitió que fue la investigación de Hacienda la que le reveló estos movimientos económicos, lo que le generó sorpresa y descontento, hasta el punto de confrontar a su padre por la situación.
Este episodio forma parte del caso Negreira, que investiga si los pagos de 7,3 millones de euros (una parte de los 8,4 millones totales) realizados por el Barça fueron destinados a influir en decisiones arbitrales que beneficiaran al club.

No obstante, sí admitió ser el autor del grueso de los más de 600 informes arbitrales que el Barça asegura haber recibido de su padre. Estos documentos detallaban el perfil de los colegiados designados para dirigir partidos del conjunto culé y analizaban decisiones arbitrales que habían afectado al club. Enríquez subrayó que estos informes eran de carácter exclusivamente técnico y que jamás se le sugirió ejercer influencia sobre los árbitros.
Durante la misma jornada, otros imputados, entre los que figuran expresidentes del FC Barcelona como Sandro Rosell y Josep María Bartomeu, se limitaron a contestar a su defensa, sin declarar directamente ante la jueza. Javier Enríquez Romero ha sido el único que ha respondido tanto a la fiscalía como a la acusación particular.