El Real Madrid presenta este mediodía, a partir de las 13 horas, a Franco Mastantuono, pero podría no ser el último movimiento de los blancos en el mercado veraniego de fichajes, puesto que aún podría haber carne en el asador, sobre todo en cuanto a las salidas se refiere. Y Rodrygo Goes sigue liderando las quinielas para marcharse de Chamartín.
Después de una temporada pasada discreta en la que, para más inri, el ‘11’ terminó ‘desapareciendo’ durante el último mes de Liga, los rumores del futuro de Goes han sido una constante durante todo el verano. El entorno del brasileño tampoco ha sido capaz de zanjar el debate y en ocasiones hasta lo ha avivado.

Nuestros compañeros de Defensa Central ya adelantaron que Rodrygo, pese a todo, le trasladó a Florentino Pérez su intención de continuar en el equipo, al encarar con ilusión esta nueva etapa que comienza con Xabi Alonso. Pero todo podría cambiar y, después de jugar sólo 92 minutos en el Mundial de Clubes y ser suplente este martes ante el WSG Tirol (0-4), el jugador podría replantearse su porvenir.
El Madrid tiene claro que no forzará ninguna situación con Rodrygo. Florentino aceptará la decisión que tome el futbolista, que aún tiene 24 años y tiene contrato firmado con la entidad hasta 2028. Su cláusula es de 1.000 millones de euros, pero en la planta noble del Santiago Bernabéu habrían valorado al jugador en 100 ‘kilos’.
El City insiste, según Romano
Después de que el Arsenal y el Liverpool sigan valorando el fichaje de Rodrygo y de que hasta el Tottenham contactara con el círculo más próximo del de Osasco, el Manchester City es el que ha entrado ahora en escena y podría tirar la casa por la ventana por hacerse con sus servicios. De acuerdo con Fabrizio Romano, Pep Guardiola está presionando cada vez más a los Emiratos para firmar a Goes.
El City, que se ha gastado ya casi 180 millones de euros en esta ventana estival de traspasos, después de atar a Tijjani Reijnders, Rayan Aït-Nouri, Rayan Cherki, James Trafford, Sverre Nypan y Marcus Bettinelli, no se conforma y quiere apuntalar aún más su plantilla después de una campaña anterior absolutamente desastrosa.