Si algo de patético tenía Cristóbal Soria, con este secreto a voces lo acabó por bordar. Su papel de follonero, que muchas veces se debate entre la exageración y el aburrimiento, ha catapultado la figura de este exdelegado sevillista a cotas incalculables.
El andaluz, dice ser seguidor del Pizjuán pero su fantasía que ha obsequiado con el barcelonismo y en su día con Leo Messi, del que llegó a decir que estaba próximo a la bisexualidad por él, ha sido el palmero fácil para criticarle siempre que el Real Madrid ha respondido a las mil maravillas. Este conjunto nunca se hunde y de ahí la gran frustración de algunos.
Cristóbal Soria no sabe dónde meterse
Porque siempre habrá quienes les quieran derrotar, pero la exigencia del guion ha hecho que este equipo esté intratable. Juega de dulce y con una calidad que hace escuela. Muchos son los que pretenden desvirtuarle, pero el poderío alcanzado es de otro nivel.
Una interpretación a tener en cuenta es la acción de los colegiados. Los jueces sobre el terreno de juego. El trato recibido ha pasado por sus más y por sus menos, pero si hay algo que está claro es que Cristóbal Soria les hubiera hecho la vida imposible.
Lo cierto en todo esto, es que la carrera arbitral del andaluz era, cuánto menos, poco conocida. Nadie tenía noción de esa aventura. Pero de lo que podemos estar seguros es que debió hacerlo muy mal para que su carrera se cortara de forma abrupta.
Alcanzó la categoría de bronce del fútbol español. Arbitró la Segunda División”B” y allí se quedó estancada su progresión. Su implicación solo pudo progresar desde la banda como árbitro asistente. La condición de protagonista que siempre quiera dar, tampoco la pudo llevar al terreno de juego.
Cristóbal Soria no deja de sorprender
Esta bomba fue desatada en una de las largas noches de “El Chiringuito”. En el espacio de el tertuliómetro, se descubren grandes cosas y casi con una vergüenza con la que trataba de camuflar su rostro, Soria acabó confesando.
Estancado en la mediocridad, es lo máximo que ha conseguido en su carrera. Ante la mofa de todos, quiso echar balones fuera criticando a otros. La tomó con Rafa Guerrero, quién ejercer de colegiado en el programa deportivo también.
A este sí que su turno le llevó hasta primera división, algo de lo que se mofaba Cristóbal. Aunque mal por mal, consuelo de pocos. Las pericias de este tertuliano nunca terminarán: es capaz de desquiciar a cualquiera.