Hay quién le gusta llenarse la boca muy rápido para criticar al Real Madrid. El equipo que ayer perdía en Mallorca y también la posibilidad de acercarse al liderato, se despidió de las islas con fuertes reprimendas del estadio y de los jugadores rivales.
Parece que Mallorca se ha convertido en territorio hostil y ya todo lo que haga Vinicius está mal visto. No hay motivo ni razón, pero son cada vez más los que intentan blanquear todos los palos que le dan. Muchos dicen que se trata de un auténtico provocador, pero, ¿a caso no le pegaron patadas ayer?
Las críticas que solo buscan polémica
El fútbol se ha trasladado a una categoría muy extraña en la que parece mentira imaginarse que el espectáculo sea bienvenido. Ahora, cualquier cosa que haga el madridista es realizado expresamente con maldad y mala fe y no priorizando el juego bonito.
Muchas cosas ya se tratan de falta de respeto, cuando se debería utilizar la misma vara de medir para los que pegan. Jorge Liano, director multimedia de El Desmarque, quedaba retratado por unas declaraciones que él mismo se encargaba de realizar unas críticas en las que quedaría muy mal parado.
El periodista atizaba de malas maneras al jugador asegurando que el único culpable de toda esta campaña es él mismo. Una situación que poco se entiende ya que uno de sus propios seguidores tiró de hemeroteca para recordarle algo que dijo en un pasado sobre Neymar.
La vara de medir de algunos
El futbolista brasileño también fue acusado de lo mismo, pero parece que el criterio cambia cuando se habla de otro club. Una auténtica injusticia tener que permitir este tipo de cosas. Los culés seguirán quejándose todo lo que quieran mientras que el Real Madrid siga vivo y coleteando.
A Vinicius nadie le tiene que indicar cómo se juega al fútbol y menos alguien del otro bando. El chico trata de sacar todo su desparpajo y así lo demuestra en cada partido.
El atacante siempre ha estado altamente desprotegido y eso pasa por ver toda la persecución que hay contra él. Todo pasa por llevar ese escudo en el pecho. Todos seguirá rabiando siempre que quieran.