Los rumores de fichajes y salidas empiezan a coger forma bien entrado en el final de curso. Estos maduran con el tiempo, aunque anunciarlo de forma prematura puede dificultar la validez del rumor y acabar siendo un simple interés.
Esto es lo que parece que ocurrirá con el caso de Aurélien Tchouameni y el Arsenal, apenas un año después de su llegada. Su fichaje se fraguó con cerca de 80 millones más 20 en variables y dicho cartel parecía ser el sustituto ideal para el gran hueco que dejó Casemiro tras dejar huérfano el medio campo blanco.
Las prestaciones del francés
Posiblemente la ausencia del brasileño y el rendimiento intermitente del francés, explique muchos de los motivos por los que el equipo se vino a menos en el tramo final de temporada. Sin embargo, la situación del pivote indica todo lo contrario.
Por edad (23) y con contrato hasta 2028, pensar en una posible salida ahora sea algo más complicada. En la zona noble del club hay diversidad de opiniones. Algunos ya lo dan por perdido, mientras que otros confían en las prestaciones de cara al futuro prometedor del chaval.
El mensaje desde fuera es claro: Camavinga le ha borrado. El coste Tchouameni sería otro argumento para ponerle en el mercado, visto que no quieren que siga perdiendo valor. A Carletto no le convence en la creación, por sus problemas para perfilarse y romper líneas.
Relegado al banquillo, no es una de las prioridades del club. Todavía ostenta un gran mercado y ni mucho menos le consideran intransferible, aunque hay una premisa clara por su parte: él quiere seguir.
La situación del conjunto inglés
Después de mostrar una excelente imagen en la competición doméstica, estos quieren seguir peleando con garras para volver a luchar por el título de la regularidad. De ahí a que quieran contar con más músculo. En invierno ya pidieron como cesión a Camavinga, pero la respuesta fue del todo rotunda: no.
Parece que el entrenador vasco quiere pescar en Chamartín y colocar a su equipo de nuevo en lo alto de Inglaterra. En Madrid, encandilados con la llega de Jude Bellingham, podría ser la excusa perfecta para los del Emirates para cazar en mares revueltos.
La superpoblación de jugadores en el medio campo -hasta siete futbolistas para tres puestos- es el argumento que maneja Arteta para sacar al pivote francés de la casa blanca. Si acaba llegando Mbappé, la cúpula madridista se vería obligada a sanear sus cuentas y uno de los nombres con mayor cartel sigue siendo el galo.
La situación del jugador en Madrid
Tchouameni es feliz en Madrid y a pesar de no contar con toda la confianza que desearía, este quiere triunfar en Chamartín. Sabe del reto que esto supone para su carrera, pero también cuenta con la aprobación de muchos eruditos del fútbol que ven en él un jugador de presente y futuro.
El vestuario conoce sus prestaciones y a pesar de perder un poco el hilo con la titularidad, todavía tiene licencia para soñar. Nadie le dijo que fuera sencillo, pero este está todavía tranquilo y cómodo en su situación. Dejarlo ir ahora podría suponer un auténtico error y su momento debe llegar con cualquier oportunidad.
El mercado empieza a rugir con fuerza y desde la Premier ya le han salido varias novias. La última de ellas es el Arsenal de Mikel Arteta. El entrenador español que recién acaba de incorporar a perfiles muy interesantes como Havertz o Declan Rice, quiere seguir apuntalando su plantilla.
Tras gastarse casi 200 millones entre ambos, solo hace indicar una cosa, van con mucho dinero y no les importaría morder, aunque posiblemente coqueteen con el límite del “fair-play” financiero. Por Tchouameni piden cerca de los 100 kilos, una cantidad con la que Florentino recuperaría la inversión depositada en él.
Aún así Fabrizio Romano ya sondeaba la posibilidad de lo que podría ocurrir y es que, el periodista especializado en fichajes, apuntaba lo que muchos se esperaban: no parece existir apenas nada. La misma película de siempre.