El Real Madrid sigue en plena restructuración de plantilla. Entre el jaleo de idas y venidas por partes de los que entran y los que salen, también destacan los que se quedan. Estos han optado por apostar por el plan que tiene el club preparado a medida para ellos como es el caso de Eduardo Camavinga.
El jugador ha demostrado su mejor versión
El francés, cómodo en Chamartín tras su segundo año completado, ya es un auténtico icono por parte del madridismo. Un futbolista hecho y derecho que ha demostrado tener galones suficientes como para dar la talla delante de sus compañeros.
Con apenas 19 años su soltura sobre el verde se asemeja más a la de un veterano experimentado que a la de un joven inexperto. El galo ha recibido una gran infinidad de halagos, pero todos se los ha ganado a pulso.
De ahí que la cúpula madridista también haya tenido un gentil gesto con él: renovado hasta 2028 con la correspondiente subida salarial y hasta los 1.000 millones de cláusula. ¿Qué más puede pedir? Por tanto a este lo tendremos como mínimo por cinco años más.
Los pasos del jugador
Su fichaje se cuajó como un caso aislado y de emergencia. Cuándo nadie se había fijado en él, este llego a las acaballas del mercado. 30 millones puso Florentino encima de la mesa y aquello que parecía más una vendetta a Al-Khelaifi y compañía, ha resultado ser un golpe de efecto tremendo.
Ya forma parte de la columna vertebral y su puesto ha pasado a ser indiscutible en el verde e intransferible en el mercado. En el Real Madrid ha nacido un genio.