El debate en la portería es algo que parece abrirse una vez cada mucho tiempo. Seguramente ocurrirá en el día en el que Thibaut Courtois plantee marcharse del club.
Entonces y solo entonces la parroquia blanca entrará en un espiral de dudas hasta dar con el siguiente guardameta que sea capaz de defender la meta blanca. Toda una responsabilidad al alcance de unos pocos.
Su posición es una de las más complicadas de asumir. Solos ante el peligro estos valientes son los que salvan los colores de los defensores, cuando estos hacen aguas.
El poderío en la portería del Real Madrid es abismal
Los reflejos sostienen al equipo en más de una situación delicada y su agilidad, garra y poderío aéreo tan solo son algunas de las características que definen este perfil de porteros.
Hace un tiempo que el Real Madrid puede decir, sin temor a equivocarse, que tiene un seguro bajo palos. Solo hace falta ver las garantías de estos mismos que han ido pasando: Iker Casillas, se define por sí solo.
Canterano del club y tocado por una varita mágica, hizo lo imposible por defender la meta merengue. Otro de los destacados, ha sido Keylor Navas que con poco tiempo se convirtió en el guardameta de las tres Champions de Zidane.
Titular indiscutible, el tico se convirtió en un auténtico felino en el área cargado de reflejos y atajas imposibles. Pero si todavía estos dos nos quitaban el sueño y su etapa en Chamartín terminó, el que faltaba por llegar, el belga Courtois, fue de lo más increíble que ha habido sobre un terreno de juego.
Sus prestaciones no se alejan de los otros dos y tan solo hace falta ver el partido de la última final de Champions, para comprobar de qué es capaz de hacer.
El adiós de Keylor del Real Madrid
La marcha de un portero siempre es dolorosa. De ahí la gran preocupación del aficionado que se desentiende completamente y ve como algo inalcanzable que otro en su lugar sea mejor que el anterior. Pero esta es la fortuna madridista. Todos los que han venido, han mejorado lo que había convirtiendo los tres palos en una posición infranqueable.
Precisamente el legado de uno de estos nombres es tan alto, que a día de hoy, años después de abandonar la meta del Santiago Bernabéu sigue dando mucho que hablar. Hablamos del guardameta que ahora milita en el PSG, Keylor Navas.
Éste salió del club tras ese cambio de ciclo que hubo con Zidane, Cristiano Ronaldo o él mismo que decidieron abandonar la entidad en busca de nuevas motivaciones.
Su valor de mercado entonces era de unos 18 millones de euros y el valor de su ficha, también elevado, imposibilitaba que fichara por un club cualquiera. Así que el equipo de los petrodólares con sede en París se lo llevó como uno de los pesos pesados para reforzara sus líneas.
El PSG apostó fuerte por él, pero su apuesta se desvaneció
Aunque las habladurías de este club, pocos se las creen. Por tanto, lo que prometen un día, al siguiente lo vuelven a cambiar.
Desde su llegada, el prestigioso cancerbero con doce títulos en su haber con el club blanco, ha jugado más tiempo en el Real Madrid (162 encuentros) dónde estuvo más tiempo y era más joven, que en París (106 duelos) que llegaba como una figura consolidada aspirante a titular indiscutible. Ahora acumula tres temporadas allí, dos menos todavía que en la capital.
El rol de Keylor ha pasado a un segundo plano. Se ha ninguneado a un estrella de su categoría y eso debería estar prohibido. Ha pasado a jugar los minutos de la vergüenza y los que nadie quería jugar. Pero él, como un caballero, nunca ha puesto una mala cara.
Ni para los partidos importantes contaron con él. La eliminatoria de la temporada pasada contra su ex equipo la jugó su competencia, Donnarumma, quién fue el protagonista del duelo debido a su cantada. Desconocemos lo que llegó a pensar el costarricense desde el banquillo.
Recién cumplidos los 35, parecía que su periplo en el club podría haber terminado. Este verano era la oportunidad perfecta para salir y al ex madridista se le veía con ganas.
Las opciones que tenía Keylor para salir del PSG
Ser portero suplente, es una losa peor que la del jugador de campo. Significa que el 80% de los partidos estará destinado a sentarse en el banquillo. Algo impensable para un perfil como el suyo.
No le faltaron ofertas. Tuvo varias de diferentes clubes y ligas importantes. Una en Portugal, para jugar con el Benfica y otra en Italia, para unirse a las filas del Nápoles. Dos retos interesantes para firmar el que podría haber sido el último contrato de su carrera profesional.
Pero las disputas entre las tres partes nunca fueron beneficiosas para los intereses del futbolista. Incluso optó por bajarse la ficha por un total de 500.000€. Pero eso no bastó para que los directivos del club francés le dejaran salir.
El responsable de todo ello fue Antero Henrique, uno de los directivos lusos que está al mando de las operaciones. Su nacionalidad puede ser el motivo que primero tumbara la propuesta del club portugués, algo que no es para nada descabellado.
En el caso del conjunto italiano, con la rebaja de su sueldo al millón de euros, era algo factible. La posibilidad pasaba porque de ese millón de euros, pudiera salir en formato de cesión pagando a medias los dos clubes su ficha.
Propuesta que Antero también desestimó. De modo que con todas las negativas, a Keylor no le quedó otra que aceptar la propuesta que le ofrecía su actual club.
La decisión final de Keylor
Así las cosas, a Keylor no le ha quedado otro remedio que desestimar cualquier otra opción y permanecer en la jaula de oro del Parque de los Príncipes. Hace unos días lo comunicaba por sus redes de forma oficial. En su mensaje cerraba así cualquier rumor que le situara lejos del club:
“Después de un verano de mucha incertidumbre ha llegado el día de dar las gracias a los clubes y aficiones que se han interesado por mí, valorando mi trabajo y mi trayectoria. Es un orgullo sentirse tan querido, que apuesten por uno. También es momento de comunicarles que seguiré trabajando duro en Paris, sin perder la fe, ayudando al equipo en todo lo posible, sin rendirme y como de costumbre dando el máximo cada día. Gracias por sus buenos deseos, seguimos en la lucha de la mano de Dios!"
Estas eran las palabras del costarricense que se centraba en emprender la disputa de esta nueva temporada con mucha ilusión. El guardameta que todavía no ha disputado ningún minuto esta campaña, tendrá que esperar su oportunidad. Veremos si Galtier le ofrece minutos en la Copa.
Ayer en el primer encuentro de Champions ante la Juventus, su entrenador prefirió poner al habitual Gianluigi Donnarumma.