El Real Madrid Castilla vuelve a estar en el centro de la polémica. El filial blanco se siente perjudicado tras la decisión de Competición, que ha generado un calendario casi imposible de cumplir. Álvaro Arbeloa no oculta su enfado.
Todo comenzó con el partido ante el Racing de Ferrol. Estaba previsto para el domingo 7 de septiembre, pero tuvo que aplazarse. El Castilla pidió el cambio porque contaba con 12 bajas: nueve por el parón de selecciones y tres por lesión. En esas condiciones, jugar era inviable.
La nueva fecha y el primer problema
El Juez Único de Competiciones No Profesionales fijó el choque para el miércoles 17 de septiembre a las 17:00 horas. Una medida unilateral que ya levantó polémica en el fútbol modesto.
El técnico del Racing, Pablo López, fue uno de los más críticos. Señaló que el Castilla reclamaba sus derechos, pero que ellos también tenían internacionales y debían competir. A su juicio, lo lógico habría sido disputar el encuentro en la fecha inicial.
Otro golpe con la jornada 4
El lío no quedó ahí. La RFEF confirmó los horarios de la jornada 4 de Primera RFEF y el Castilla debe jugar contra Osasuna Promesas el viernes 19. Es decir, apenas 48 horas después del partido con el Racing de Ferrol.
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La situación ha encendido a Arbeloa. Considera un atropello que sus futbolistas tengan que afrontar dos compromisos en tan poco tiempo, además con un viaje de Madrid a Pamplona de por medio. El club ya ha iniciado conversaciones con la Federación para pedir un cambio y ganar algo de margen.
Un debate que no cesa
El caso reabre un debate recurrente en el fútbol modesto. ¿Deben los filiales gozar de facilidades cuando sus jugadores son llamados por las selecciones? El Castilla defiende que la situación es excepcional y que su plantilla estaba diezmada.
Desde otros clubes, en cambio, se insiste en que todos sufren bajas y que el reglamento debe aplicarse de manera igualitaria. El enfrentamiento entre intereses vuelve a dividir opiniones.
De momento, la indignación en Valdebebas es máxima. Arbeloa, que siempre se muestra protector con sus jugadores, no entiende cómo se ha llegado a este punto. El Castilla teme pagar caro un calendario que consideran injusto y que amenaza con pasar factura física a la plantilla.
El pulso con la Federación está servido.