El Real Madrid se marchaba al parón de selecciones empezando a ver brotes verdes en su juego. Ante el Betis dieron una mejor imagen, y parece que poco a poco están dejando atrás los problemas en la creación del juego. Sin embargo, Ancelotti lanzaba un deseo para estos días, no quería que sufrieran percances físicos, algo que no ha ocurrido.
Carlo aseguraba en rueda de prensa que “lo que pido es que no tengamos lesiones, es el peligro más grande. Los jugadores están acostumbrados a jugar siempre, pero lo único que pido es que vuelvan bien”. Pero ya hay algunos jugadores que han sufrido percances, como Tchouaméni y Mendy, y el último en sumarse a esta lista ha sido Militao.
El brasileño ha sufrido un desgarro muscular en su pierna derecha con Brasil, lo que le tendrá de baja alrededor de dos semanas, estando prácticamente descartado para medirse a la Real Sociedad, un duro golpe ante el cual Ancelotti deberá reaccionar si no quiere sufrir ante los donostiarras un nuevo tropiezo que sería bastante preocupante.
Ancelotti ya lo sabía
Durante el verano Ancelotti vio como se marchaba Nacho, el fichaje de Leny Yoro no acababa de materializarse, y el único refuerzo que llegaba era Vallejo, con el que no contaba en un principio. Por eso le pidió al club un esfuerzo para que ficharan a otro central, pero finalmente no se produjo, lo que dejó la zaga en una posición delicada.
Con Alaba todavía en recuperándose de la grave lesión que sufrió la pasada campaña, Carlo ve con preocupación el siguiente partido, ya que solo tiene a Rüdiger sano, lo que le obligará a recurrir a Tchouaméni, si deja atrás sus problemas, o a Carvajal y Mendy. Soluciones de emergencia a las que no quería recurrir, pero que se lo veía venir.