El Fútbol Club Barcelona es uno de esos clubes que en cada ocasión que puede termina humillándose a sí mismo. En este caso, es el presidente del conjunto catalán, Joan Laporta, quien una vez más vuelve a salir con declaraciones simplemente ridículas. "El domingo ganaremos al Real Madrid, estoy seguro. Ayer estuve con los jugadores y están muy motivados y concentrados. Nos harán muy felices el domingo"
Si bien esto sirve como una clase de inspiración para los futbolistas y aficionados, la realidad demuestra que están necesitados de atención. Esta clase de declaraciones solamente incentiva una ilusión colectiva dentro de la afición culé, aunque realmente esto solo puede fundamentarse en base a lo que suceda el próximo domingo, donde perder sería un varapalo importante.
Ya empezaron con sus discursos
No es la primera vez que vemos cómo este presidente termina diciendo cualquier tipo de sandeces cuando tiene la oportunidad de hablar en público. Como la gran mayoría de los aficionados del conjunto catalán tienden a ser unos borregos a la orden del presidente, solo asienten con la cabeza.

El Fútbol Club Barcelona evidentemente llega muy confiado de cara al próximo clásico del domingo debido a las victorias anteriores contra los madridistas. No obstante, viendo las carencias a nivel defensivo que están demostrando esta temporada en varios partidos, las cosas podrían tornarse muy oscuras. Esa clase de confianza es de la que muchos madridistas siempre se han quejado, ya que hay tintes de soberbia importantísimos.
Así como lo ha hecho su jugador estrella, parece ser que el presidente tiene esta misma tendencia de intentar ridiculizar al Real Madrid antes de un enfrentamiento. Aunque tan solo hay que verlo en este último mandato, donde se ha llevado más de una vez un golpe durísimo contra el Real Madrid. Es turno de que los merengues tomen cartas en el asunto y demuestren por qué son el mejor club del mundo.
Les puede jugar en contra
Esta soberbia, pero sobre todo esos aires de superioridad, les puede jugar muy en contra de cara al domingo y a la temporada en general. Por ello, hablar de más siempre es repudiado en el mundo del fútbol, pues terminan comiéndose sus palabras.