El Clásico del fin de semana dejó mucho más que goles. Más allá de la victoria del Real Madrid por 2-1, hubo gestos y momentos curiosos que pasaron desapercibidos para la televisión. Uno de ellos protagonizado por Jude Bellingham y Pedri.
El mediocampista del Barcelona tuvo un final amargo. Fue expulsado tras ver su segunda tarjeta amarilla y cerró un encuentro para olvidar. Pero durante el partido, no faltaron los gestos de tensión y pequeñas rivalidades en el medio del campo.
El momento del vacile
En la segunda mitad, Pedri cayó al suelo fingiendo un golpe en el cuello después de un choque con Bellingham. La jugada pareció más teatral que real. Y allí apareció el ingenio del inglés. Jude imitó el gesto de Pedri, llevándose la mano al cuello y dejando ver una sonrisa burlona mientras el español trataba de recuperarse.
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— الـكـلاسـيكـو مـع عـمـرو (@alklasykw86496) October 26, 2025
El gesto pasó desapercibido para la mayoría de las cámaras, pero algunos compañeros y aficionados cercanos al campo lo vieron en directo. La reacción de Bellingham fue espontánea, un toque de humor en un Clásico caliente y marcado por la tensión.
La superioridad de Bellingham
El inglés no solo se llevó el protagonismo con gestos. Su actuación sobre el césped fue determinante. Marcó un gol y dio una asistencia, liderando al Real Madrid hacia una victoria clave frente a su máximo rival. Su capacidad de influencia en el juego hizo que Pedri y el resto del Barça sufrieran durante todo el partido.
Estos pequeños vaciles muestran la parte más humana y divertida del fútbol. La competitividad entre ambos equipos es máxima, pero no falta la ironía y el ingenio en momentos puntuales. Bellingham lo hizo simplemente para marcar su territorio y mostrando su confianza en el terreno de juego.

Pedri, por su parte, tendrá que digerir tanto la derrota como su expulsión y los gestos de su rival. No es la primera vez que el joven azulgrana protagoniza situaciones polémicas o curiosas en un Clásico, pero esta vez fue Bellingham quien se llevó el “zasca” invisible para la televisión.
Más allá del marcador, este tipo de momentos dejan claro que los Clásicos no son solo un choque de equipos, sino también de personalidades. Gestos, risas y provocaciones forman parte del espectáculo, y Bellingham lo recordó con estilo, dejando a Pedri y al Barça un recuerdo inesperado de esa noche.