El Real Madrid ha ganado al Sevilla FC por dos goles a cero en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán. El conjunto blanco, que hoy ha vestido de naranja,ha sido superior a los pupilos de Joaquín Caparrós. El encuentro ha estado marcado por la expulsión de Badé e Isaac. Ambas justas.
La situación que atraviesa el cuadro hispalense es bastante delicada. Prueba de ello es el ambiente que se respiró durante el partido. Muchos cánticos contra la directiva y gestos en modo de protestas. La campaña del equipo andaluz ha sido lamentable, llegando al punto de que hasta hace no mucho luchaban por no descender.

Sin embargo, los seguidores sevillistas tuvieron tiempo para tirar de ironía. Tras el segundo y último tanto del Real Madrid se pusieron a cantar el "Campeones, Campeones". Esto, que es muy parecido a lo que hace Cristóbal Soria en El Chiringuito, demuestra una falta de clase y elegancia bastante llamativa.
Sin importancia
Evidentemente, en el seno de la entidad merengue no le dan importancia a este tipo de cánticos. Incluso, ni se paran a pensar en ellos, puesto que consideran que no hay que darle valor a algo que, realmente, no tiene. Este antimadridismo, que tan presente está en los estadios españoles, es el precio a pagar por tener más ligas y Champions que nadie. Ya lo dijo Santiago Bernabéu, que en paz descanse, en su época.
El objetivo en la casa blanca es acabar LaLiga de la mejor manera posible y empezar una nueva etapa a partir del 1 de junio. Será entonces cuando Xabi Alonso se haga cargo del equipo y comience a trabajar. El Mundial de Clubes está a la vuelta de la esquina y es un torneo que causa entusiasmo e ilusión en Valdebebas. Todo ello por cuestiones de reputación y económicas.