La selección francesa ha hecho oficial lo que muchos califican como un “robo” a España. Leo Lemaitre, central de 16 años del Juvenil B del Real Madrid, jugará con Francia en la sub 17.
Lemaitre nació en Zaragoza y tiene doble nacionalidad: española y francesa, por su padre. Comenzó su camino internacional con España, jugando seis partidos con la sub 15 y dos con la sub 16. Sin embargo, la ausencia en la última convocatoria sub 17 española abrió la puerta a Francia.
Con su visto bueno, la selección gala lo ha incluido en la lista de 23 jugadores convocados para disputar dos compromisos en Clairefontaine ante Finlandia, los días 17 y 19 de septiembre. La noticia ha generado polémica entre aficionados y clubes, porque muchos consideran que España pierde a una de sus grandes promesas.

Una joya de La Fábrica
Leo Lemaitre es juvenil de primer año y esta temporada formará parte del Juvenil B blanco. Recientemente participó en el Mundial de Clubes juvenil, donde destacó como uno de los pilares defensivos del equipo. Su rendimiento confirmó que es uno de los futbolistas más prometedores de la generación 2009 de La Fábrica.
Junto a Lemaitre, esta generación incluye nombres como Enzo Alves, Bugarían, Yeremaiah, Del Pino, Mateo Pozo, Mateo Garrido, Raúl Andrei y Guille Ponce. Todos ellos están llamados a ser el futuro del Real Madrid y algunos ya están generando interés en clubes europeos.
Expectación y controversia
La decisión del central ha desatado un intenso debate. Muchos se preguntan cómo un jugador que empezó defendiendo a España puede cambiar de selección tan rápido. Por otro lado, Francia celebra haber incorporado a un talento que podría marcar diferencias en el futuro.

Mientras tanto, en La Fábrica se sigue su evolución con atención. El Real Madrid confía en que Lemaitre siga creciendo, aunque su futuro internacional ahora esté ligado a Francia.
Este caso pone de relieve la competencia entre federaciones y cómo la doble nacionalidad puede generar conflictos en categorías inferiores. La historia de Leo Lemaitre es un ejemplo perfecto de cómo el talento joven mueve pasiones y provoca decisiones difíciles para los clubes y las selecciones.