El padre de Luka Modric se pasó de la raya y pudo acabar con la carrera del croata

En uno de los capítulos de su autobiografía, cuentan que el padre de Luka Modric interfirió de manera muy negativa en la carrera de su hijo

08 de Octubre de 2022
Luka Modric
Luka Modric

Hace años, cuando Luka Modric todavía no había empezado su carrera futbolística. Dentro de su autobiografía, cuentan como eran las semanas en las que estuvo entrenando con los primeros equipos con los que jugaba lejos de Zadar, su casa.

Su rutina era cuanto menos nostálgica, ya que tenía que vivir solo estas sesiones en donde trabajaba su técnica, tan lejos de su hogar siento muy joven. El croata lo único que deseaba era que llegasen los dos días de descanso, para poder volver de nuevo a su casa.

Estaba ahí para cumplir su sueño. Por ello, era muy estricto en cuanto a los entrenamientos, sabía que no podía fallar. Dentro de su rutina comía en el Pod Mirnim Krovom, un restaurante próximo al club, donde se encontraba entrenando. Recuerda como sus desayunos se trataban de un sándwich y leche con colacao.

La mano dura de su padre en sus inicios 

Luka Modric confiesa que, durante esos dos meses, echó mucho de menos a su familia y todo el ambiente de Zadar, el que fue su hogar durante años y lo único que deseaba era que llegara el fin de semana, en donde podía coger el autobús y volver a casa sus padres. Fueron un apoyo fundamental para esos momentos de soledad, en donde su única meta y objetivo era centrarse en convertirse en el futbolista que es a día de hoy.

Sus padres acudían a verle muchos fines de semana y en concreto, con su padre, mantenía conversaciones muy distendidas. Aunque cuando todavía estaba en Zadar hubo una época en donde su padre le criticaba sin parar. En una ocasión en la que no dejaba de reprocharle cosas, cuando llegó a casa se puso a llorar. Su madre le alzó la voz, replicándole que como no se callase, no iría más a ver a jugar a su hijo.

Su madre siempre le animó le dijo que tuviese paciencia y se mostró tolerante y compasivo con su hijo mientras que su padre comenzó a ir a verle a jugar al estadio a escondidas cuando Luka Modric no sabía que se encontraba en la grada.

Modric pasaba los veranos en Zadar. A la hora de despedirse, para volver a su lugar de entrenamiento, la familia entera se reunía. Le llamaba la atención el detalle de que su madre siempre parecía impasible cuando se despedían en el aparcamiento, mientras que su padre era un hombre sensible, al cual, a simple vista, parecía afectarle mucho más la distancia que tenía que poner con su hijo.

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