El partido de ayer dejó muchas imágenes para el recuerdo. El Bernabéu se vestía de largo para recibir a la más guapa de la fiesta: la anfitriona que ha liado hasta catorce, camino de quince a todo un Real Madrid.
De nombre Champions es la competición fetiche por excelencia del club y cada vez que suena su himno el equipo se pone a bailar y de qué manera. Ayer victoria plácida ante un Liverpool que apenas amenazó la portería de Courtois.
La afición entregada al equipo
En la grada más de lo mismo: puro espectáculo blanco. La marea madridista era la protagonista en cada uno de sus asientos mientras que llevaban al equipo en volandas durante los noventa minutos. Numerosos rostros conocidos. Nadie se quería perder ese partidazo en una velada de las más bonitas que se recuerdan.
Del gol de Benzema, los detalles de Vinicius o el larguero de Camavinga fueron testigos muchos como personalidades de la talla de Feliciano López, cazado en el palco o Ninoska Vásquez o Anitta. Estas dos habrían sido invitadas por la estrella merengue, Vinicius Jr.
Las increíbles invitadas de Vinicius
Ambas mantienen muy buena relación con el jugador y así lo demostraban no haciéndole el feo al jugador. A juzgar por las imágenes que se han hecho públicas, disfrutaron mucho y a pesar que el brasileño no marcó, no desperdiciaron ni un minuto del encuentro.
Noventa minutos en el Bernabéu son “molto longos” y así se demostró una vez más. Parecía que el balón no quería entrar y tras abordar de todas las maneras posibles la portería de Alisson Becker, el balón acabó entrando en una jugada a medida entre Kroos, Vinicius y Benzema.
El alemán la ponía en el área, el “20” se aprovechaba del error de Van Dijk y el galo la colaba dentro con un disparo imposible para el guardameta. Que Anitta y Ninoska se dejaran ver en el estadio, nos hacían entender la grandeza de este escudo.
La importancia de la afición en noches como estas
Ambas tienen una gran base de seguidores detrás y poco les importa mojarse en este aspecto, porque saben que están acudiendo al mejor y este nunca defrauda. Su afición es una de las más grandes y tanto artistas o celebrities han dejado claro de que pie calzan.
Ayer mismo también se delataba Ana Mena con una camiseta madridista apoyando al equipo. Por algo es una de las parroquias más grandes del mundo. El templo está abierto para todos, hasta para el más devoto o agnóstico.
Cualquier argumento merece la pena para ver alguna vez en la vida a este equipo que no juega, enamora.