En el Real Madrid han sido muchos los jugadores que han militado en el club y después han seguido ligados al fútbol desde los banquillos. Estos perfiles suelen ser aquellos en los que su visión de juego o vocación sobre el verde es evidente y su compromiso con el escudo total. Demuestran serlo ya en el mismo verde y muchos tienen madera para: ordenar, dirigir y colocar a sus compañeros.
Véase el caso de: Ancelotti, Zidane, Raúl, Arbeloa o Guti, entre otros muchos. Estos han tenido la suerte de poder entrenar al Real Madrid, pero hay otros como Xabi Alonso o Michael Laudrup, que no consiguieron esa fortuna que tanto hubieran deseado. El español ahora disfruta de su primera experiencia en el fútbol profesional en Alemania y el danés poco se sabe de él desde su última experiencia exótica en Catar.
Michael Laudrup era un tipo elegante
La carrera de este habilidoso mediocentro ofensivo, con una sutileza exquisita, era de lo más elegante que se recordaba en un terreno de juego. Un total de 16 temporadas como futbolista, pasando por equipos importantes le sirvieron para dar el salto a los banquillos y conseguir así otros dieciséis años maravillosos entrenando, para cerrar el círculo. Un total de treinta y dos años dedicados al fútbol.
Si como jugador formó parte del grupo de privilegiados que militó en el FC. Barcelona o Real Madrid, Juventus o Ajax, como técnico, su carrera fue mucho menos mediática. Aunque siempre será recordado: Volvió a la Liga para entrenar en los banquillos de Getafe, vecino de Madrid, o el Mallorca y llegó a entrenar en la Premier con el Swansea. A caballo de su aventura española, también pasó por Rusia para dirigir al Spartak de Moscú. Su motivación futbolística la gastó en los Emiratos Árabes, dónde pasó por varios equipos.
Su última experiencia es en el Al-Rayyan, y aunque son varias las veces que ha reconocido que lo echa de menos, considera que no lo suficiente como para volver con más fuerza, a no ser que no sea un proyecto ganador. Parece que su vida ha pasado a limitarse a cuidar y disfrutar de su familia en sus orígenes daneses, aunque a veces lo han llamado para narrar alguna retransmisión deportiva, aunque de un fútbol alejado de los focos.
Los títulos en su carrera como entrenador
En su palmarés destacan un total de ocho títulos. La mayoría de ellos los logró en sus inicios en Dinamarca, dónde también empezó a entrenar, tal y como lo había hecho de jugador. Allí con el modesto Brondby ganó hasta cinco títulos: dos supercopas, dos copas y una superliga danesa. Quizá el título más importante en su carrera llegó en su aventura en tierras escocesas.
Allí conquistó la Copa de la Liga frente al Bradford en la final, pero antes previamente había superado a Liverpool en octavos, al Middlesbrough en cuartos y al Chelsea en semifinales en ese partido dónde el madridista Hazard, se volvió loco y golpeó a ese recogepelotas. En Catar su legado siguió y allí consiguió ganar sus dos últimos títulos: una Liga y una Copa.
A sus 58 años, parece que se le pasa el arroz y ya son cuatro desde que dejó el fútbol por completo. La última vez que se le reconoció en un estadio, fue durante el transcurso de la Euro 2020, en el desgarrador partido en el que se paró el fútbol debido al paro cardíaco de su compatriota Eriksen.